Japón: cambio de capitán, pero no de rumbo
Publicado el 15 septiembre 2020Una política monetaria expansiva
Durante esos ocho años al frente del país, Abe consiguió que las autoridades monetarias implementaran una política extremadamente expansiva para debilitar el yen y abaratar el crédito. Con el apoyo del Banco de Japón, que mantiene los tipos de interés a 10 años cerca de cero, siguió una política fiscal muy flexible. La explosión del gasto público sólo fue compensada muy parcialmente por dos aumentos del IVA. De hecho, la deuda pública se encuentra en un nivel récord representando el 240% del PIB. Pero esto no es un problema gracias a la política monetaria. Este último es el mayor éxito de los años de Abe. Además de financiar sin esfuerzo la deuda pública, la flexibilización monetaria ha llevado a una saludable depreci-ción del yen, contribuyendo a impulsar las exportaciones japonesas. Los distintos programas de estímulo económico y las inversiones masivas en infraestructuras también han ayudado al país a salir del bache económico.
Buen posicionamiento
Las empresas japonesas están bien posicionadas en el Asia emergente de rápido crecimiento. En cuanto a la calidad de los productos, la tecnología y la productividad de los trabajadores, están entre los mejores del mundo. Las empresas japonesas también están bien posicionadas en muchos sectores del futuro, como la robótica. Una economía que, no obstante, sigue siendo muy dependiente del comercio internacional.
Nuestros consejos
El esperado sucesor de Shinzo Abe es Yoshihide Suga, su fiel mano derecha, que ya ha anunciado que continuará con la misma política que su antecesor. En este contexto los activos japoneses siguen presentes en nuestras carteras mixtas.