Panorama: severo castigo
Publicado el 25 mayo 2020
Tiempo de lectura: ##TIME## min.
En nuestro país, la crisis del coronavirus ha asestado un golpe muy duro al sector hotelero, entre otros. Entre tanto, en la zona euro sigue prevaleciendo la discordancia entre sus miembros.
España: el sector hotelero bajo cero
El acuerdo franco-alemán para crear un fondo europeo de recuperación de unos 500.000 millones de euros con el fin de ayudar a las regiones más afectadas por la pandemia ha sido todo un alivio para el mercado de deuda pública español en el que los tipos de interés a largo plazo se han desinflado hasta situarse por debajo del 0,7% frente al 1% de unas semanas atrás. Y es que el castigo que está sufriendo nuestra economía es muy severo. La publicación de las cifras de pernoctaciones por parte del sector hotelero es un buen botón de muestra. Tras la declaración del estado de alerta, los hoteles españoles se vieron obligados a cerrar sus puertas en abril. La asistencia fue cero. Como resultado, la caída de la actividad publicada por el Instituto Nacional de Estadística fue del 100%.• Otro indicador publicado muestra una caída del 19,8% en el volumen de negocios del sector de los servicios en marzo de este año en comparación con marzo de 2019. Pero esta cifra tiene en cuenta una caída del 57,5% en el sector hotelero. Por lo tanto, es probable que abril se salde con resultados incluso peores. La caída fue menos significativa en el sector industrial: un -16,4% que puede explicarse por el aumento de la producción de productos farmacéuticos (+17,4%).
• Igualmente preocupante es un informe publicado por el Banco de España en el que expresa su temor a que el impacto de la pandemia en el empleo sea duradero. Según este informe, los trabajadores de los sectores más afectados por la crisis (turismo, hostelería y comercio) son poco móviles y están poco cualificados, sobre todo en las nuevas tecnologías, lo que limita las posibilidades de integración en otros sectores de actividad. Por lo tanto, es probable que su reinserción en el mercado laboral sea difícil.
En el exterior
• Francia y Alemania han propuesto un plan de apoyo económico a otros miembros de la UE a través de un fondo de 500.000 millones de euros. No obstante, todo está en el aire ya que los 27 países miembros aún no se han puesto de acuerdo sobre su aplica-ción; y el grueso del esfuerzo permanecerá sobre los hombros de los diferentes estados; cuyas capacidades financieras difieren enormemente.• Incluso antes de la declaración del estado de emergencia Japón ya se encontraba en recesión. Si ya el cuarto trimestre de 2019 se saldó con una contracción anual del PIB del 0,7%, en el primer trimestre de este año la caída se ha amplificado hasta el 2% con respecto al mismo periodo de 2019. Todos los indicadores del sector privado están en rojo. El consumo de los hogares (-2,8%), la inversión (-4,2%) y las exportaciones de bienes y servicios (-6,2%) experimentaron importantes descensos. Y si la caída de la actividad no ha sido aún más acentuada es porque tanto el consumo (+2,5%) como la inversión (+2,6%) del sector público aumenta-ron. La economía japonesa está acostumbrada al apoyo de las autoridades tanto en términos de política monetaria como en términos de política fiscal y presupuestaria. Un apoyo que debería seguir esta línea para ayudar a la economía nipona a hacer frente a la pandemia.
• China ha decidido por primera vez desde hace tres décadas no fijar un objetivo de crecimiento para su economía en 2020, una señal de que la recuperación tras el parón del coronavirus será un proceso difícil y lento. Además, el deterioro de las relaciones con los EE.UU se ha agravado. Ante la incapacidad de controlar la epidemia en su país, así como las encuestas que sugieren que su reelección está en peligro, el presidente Trump está buscando chivos expiatorios y desviando la atención de lo que ha sido una estrategia de salud pública un tanto fallida. China se ha convertido en su objetivo.