Es cierto que el sector petrolero no atraviesa por su mejor momento. Pero en el mismo periodo, las acciones de Exxon han ganado un 8,3% y las caídas de TotalEnergies o de Shell son inferiores. ¿Qué pasa entonces con Chevron? La cotización de Chevron sufre en bolsa, por supuesto, por la caída de los precios del petróleo, pero también por la adquisición de su competidor Hess, por el que ha pagado un precio bastante elevado, y además por el hecho de que los resultados trimestrales han sido decepcionantes.
Aunque la acción no está sobrevalorada: el precio actual cotiza a 13,7 veces el beneficio por acción previsto para 2025, frente a una ratio media de 18,3 para el conjunto de la bolsa estadounidense. Sin embargo, teniendo en cuenta los decepcionantes resultados recientes y el hecho de que no esperamos un aumento sostenido de los precios del petróleo, no recomendamos comprar la acción.
Si la tiene, puede MANTENERLA.
¿Quién es Chevron?
La multinacional estadounidense Chevron es uno de los principales actores en la exploración y producción de hidrocarburos (petróleo y gas). Estas actividades representaron el 80% de su beneficio neto en 2023. El 20% restante procede de las actividades de refino: la transformación del crudo en diversas sustancias refinadas de uso cotidiano (carburantes, aceites, productos petroquímicos para plásticos, etc.). La empresa posee activos en todo el mundo, incluidos yacimientos petrolíferos en América y Europa Central, e instalaciones offshore en Asia y África.
Un grupo sólido
Al igual que otras empresas del sector petrolero, Chevron dispone de un balance sólido: a pesar del aumento de su deuda en el segundo trimestre, la ratio deuda neta/EBITDA sigue siendo baja, del 0,3 (es decir, necesita alrededor de 0,3 veces el resultado operativo para reembolsar la deuda). Y el grupo es perfectamente capaz de hacer frente al coste de su deuda: la ratio EBITDA/gastos financieros es de 41,7 (el beneficio operativo es 41,7 veces el coste de la deuda). Esta solidez se ha logrado gracias a la capacidad del grupo para generar beneficios.
Dividendos y recompra de acciones
Gracias a su buena salud financiera, el grupo puede invertir en su crecimiento: en 2024, dedicó 16.000 millones de dólares a sus inversiones; y hasta 2027, invertirá otros 15.000 a 17.000 millones de dólares al año. Además, Chevron puede permitirse estas inversiones al tiempo que recompensa a sus accionistas: durante los últimos 37 años, su dividendo ha aumentado cada año (y volverá a aumentar incluso cuando la coyuntura económica es desfavorable). En 2020, durante la crisis sanitaria, cuando el precio del petróleo estaba próximo a cero, su dividendo aumentó incluso (mientras que los de Shell y BP se redujeron). La rentabilidad por dividendo prevista para 2024 es del 4,7% (frente al 3,8% de Exxon). En cuanto a la recompra de acciones, sin embargo, los años de vacas gordas están llegando a su fin.
Dado que la caída de los precios del petróleo y de los márgenes de refino reducirá el flujo de caja generado y los beneficios del grupo, el volumen de recompras de acciones disminuirá a partir de 2025.
Gracias a un balance saneado, Chevron ha aumentado su dividendo cada año durante los últimos 37 años. A pesar de las circunstancias y las perspectivas, hasta ahora no se ha cuestionado este crecimiento constante para los próximos años.
Resultados trimestrales
En el segundo trimestre, Chevron ha publicado una cifra de liquidez generada muy decepcionante, de 2.300 millones de dólares después de inversiones (flujo de caja libre). Un nivel que no basta para cubrir el total de los dividendos pagados (3.000 millones de dólares) ni las recompras de acciones (3.000 millones de dólares). Así pues, el grupo ha tenido que recurrir a sus reservas de tesorería (que han bajado de 8.100 millones a finales de 2023 a 4.000 millones a 30/6/2024); también ha aumentado ligeramente su endeudamiento. Nada grave por el momento. Pero las recompras de acciones tendrán que reducirse para mantener un balance sólido si el precio del petróleo sigue bajando.
Caída del precio del barril
En los últimos 12 meses, el precio del barril de crudo Brent (referencia mundial de los precios del petróleo) ha caído un 9%. Esta fuerte caída se debe a la incertidumbre de los inversores sobre la demanda mundial, dadas las dificultades de la OPEP para regular la oferta.
Según los analistas de Citi, si la demanda sigue debilitándose y la oferta se mantiene fuerte, en 2025 el precio del barril podría deslizarse hacia los 60 dólares. Sin embargo, esta estimación es anterior al recrudecimiento de la violencia en Oriente Medio, que ha empujado el precio del barril hacia los 80 dólares. Esto se debe al temor de que los ataques militares afecten a las infraestructuras de la región (extracción, transporte, etc.) o a la capacidad de producción de Irán (¡cuarto productor de la OPEP!).
En vista de la caída del precio del barril de petróleo, hemos rebajado nuestras previsiones de beneficios del grupo Chevron para el tercer trimestre de 2024. Esperamos que sea inferior al del segundo trimestre. Para el conjunto de 2024, también esperamos un descenso. Tras un beneficio por acción de 11,40 USD en 2023, estimamos 10,80 USD en 2024. Para 2025, prevemos un pequeño aumento a 11 USD, gracias al aumento de los volúmenes de producción.
Cotización en el momento del análisis: 148,73 USD
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