La acción cotiza a 34 veces el beneficio por acción previsto para 2025, frente a una media de 21 veces en los últimos 10 años. La acción está por tanto cara. Pero las cualidades fundamentales del grupo y las mejores perspectivas de crecimiento de los beneficios a medio y largo plazo justifican esta valoración.
MANTENGA.
Caídas según lo esperado
Los resultados del tercer trimestre están en línea con lo esperado. Las ventas cayeron un 8% y el beneficio por acción un 21%. Para el trimestre en curso, las previsiones del grupo son peores que nuestras expectativas: Texas Instruments prevé una nueva caída de las ventas de entre el 2% y el 9%, lo que supondría el noveno descenso consecutivo. Y el beneficio por acción debería retroceder entre un 13% y un 22%.
La demanda de chips electrónicos sigue siendo débil en el sector industrial y del automóvil, los dos principales mercados del grupo (más del 70% de las ventas). Y el aumento de las inversiones en los dos últimos años penalizan los márgenes. Pero el grupo percibe una recuperación cíclica en determinados mercados finales (automoción, electrónica de consumo). Y gracias a las inversiones masivas en la modernización de sus fábricas, está construyendo una ventaja competitiva de la que sacará plenamente provecho cuando se recupere la demanda.
Por último, como muestra de confianza en el futuro, Texas destinó durante el trimestre la mayor cantidad desde finales de 2022 a recomprar sus propias acciones. Rebajamos ligeramente nuestras previsiones de beneficio por acción a 5 USD para 2024 y a 5,85 USD para 2025.
Cotización en el momento del análisis: 205,83 USD
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