El nuevo foco en el petróleo es lógico, pero la empresa no debería descuidar los objetivos de transición energética.
MANTENGA.
Previsiones al alza
Galp ha obtenido un beneficio de 0,97 euros por acción en el primer semestre, un 22% más respecto al mismo periodo del año pasado y por encima de nuestras expectativas. Sin incluir elementos extraordinarios, el beneficio aumentó un 23%, hasta 0,82 euros por acción.
A pesar de las desinversiones en Mozambique, el beneficio operativo se ha estabilizado, gracias a la subida del precio del petróleo que ha compensado una menor producción, y al mayor uso de la refinería de Sines.
En cambio, el negocio de las energías renovables ha sentido la presión por los precios de la electricidad. Aparte de eso, el beneficio se ha beneficiado de la reducción del 14% en las amortizaciones. A nivel financiero, el resultado ha empeorado (más intereses pagados y menos ganancias por el tipo de cambio) pero la deuda neta se ha reducido un 17% gracias a la generación de liquidez y la venta de activos.
La coyuntura en el sector energético ha empeorado un poco (caída del precio del crudo...), pero el descubrimiento de petróleo en Namibia ha reforzado las perspectivas de crecimiento de Galp. Ante estos nuevos datos y las dificultades en el segmento de las renovables (retrasos en los proyectos), el grupo reformulará algunos objetivos para la transición energética y se centrará, una vez más, en el oro negro. Revisamos al alza nuestras previsiones de beneficio por acción de 1,44 a 1,49 euros en 2024 y de 1,32 a 1,33 en 2025.
Cotización en el momento del análisis: 17,11 EUR
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