A pesar del reciente castigo en bolsa, la acción no nos parece lo suficientemente atractiva como para recomendar su compra. Acción correcta.
MANTENGA.
Incertidumbre judicial
La cotización de GSK cayó en picado a principios de semana, cuando acababa de recuperar el nivel previo a la aparición del caso Zantac (verano de 2022), su fármaco gastrointestinal retirado del mercado en 2019 por ser potencialmente cancerígeno. La causa es la decisión de un tribunal estadounidense de permitir a 70.000 demandantes presentar sus argumentos científicos para demostrar que el Zantac les ha causado cáncer. Esta decisión no determina si el grupo es responsable, pero abre la puerta a nuevas demandas (o a acuerdos económicos) potencialmente costosas.
Aunque la factura final sigue siendo incierta, esta mala noticia ha frenado el rebote de la cotización iniciado el verano pasado y reforzado por la publicación de los buenos resultados del primer trimestre de 2024. Las ventas se dispararon un 10% a tipos de cambio constantes, impulsadas por el dinamismo del Shingrix (contra el herpes zóster), por el éxito del Arexvy, la nueva vacuna contra el virus respiratorio sincitial, y por el lanzamiento de los nuevos anticancerígenos Zejula y Ojjaara.
Además del caso Zantac, GSK todavía tiene que convencer a los inversores acerca de su capacidad para desarrollar su cartera de nuevos productos con los que hacer frente a las pérdidas de patentes de aquí a finales de la década, sobre todo la del Dolutegravir (VIH; 18% de las ventas en el primer trimestre).
Cotización en el momento del análisis: 1.650,50 peniques
