Sin embargo, la cotización no tiene suficientemente en cuenta las cualidades del grupo norteamericano (sólido balance, repleta cartera de pedidos, visibilidad, etc.). Acción barata.
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Incertidumbre presupuestaria
Desde principios de 2024, la cotización de Lockheed Martin, la primera empresa mundial de defensa, se mantiene estable (mientras que las acciones de Thales ganan un 18% y las de BAE Systems se han disparado un 21,5%). La explicación hay que buscarla en la incertidumbre política de principios de año respecto al presupuesto de defensa de EE.UU. para 2024 y un eventual aumento de sólo el 1% (el 75% de las ventas del grupo se realizan al Gobierno estadounidense). EE.UU. ha recortado algunos programas (de buques y del avión F-35, esencial para Lockheed).
Unas incertidumbres que se extenderán a 2025, con el posible regreso de Trump a la Casa Blanca. Aunque el apoyo de Estados Unidos a Israel no parece que vaya a ser cuestionado por Trump, las ventas de armas a Ucrania podrían sin embargo verse reducidas. Estos acontecimientos recientes penalizan la cotización, a pesar de que el grupo cuenta con una cartera de pedidos récord (160.600 millones de dólares hasta finales de 2023) y de la visibilidad que ello da a los resultados.
De todas formas, las tendencias positivas a largo plazo no se ven alteradas. Lockheed se beneficia de la inestable situación geopolítica mundial (Ucrania, Mar Rojo, inestabilidad en Oriente Próximo, poderío militar chino, etc.). En los próximos años, el grupo debería seguir generando ingentes cantidades de efectivo, gran parte del cual se distribuirá entre los accionistas en forma de dividendos y recompra de acciones. Sin cambios, estimamos un beneficio por acción de 26 USD en 2024 y de 28 USD en 2025, tras los 27,64 USD en 2023.
Cotización en el momento del análisis: 452,38 USD
