Ponemos en perspectiva el beneficio alcanzado por el Banco Santander.
Publicado el 31 enero 2024
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Ponemos en perspectiva el beneficio alcanzado por el Banco Santander.
Los medios se han hecho eco del récord de beneficios alcanzado por el Banco Santander. ¿Es para tanto en realidad?
Beneficio de más de 11.000 millones de euros
El Santander cerró 2023 con un beneficio de 11.076 millones de euros, superando con creces por vez primera vez en su historia la ansiada barrera de los 10.000 millones de euros. Es cierto, que se trata de un meritorio resultado y que han sabido sacar todo el jugo de la vertiginosa alza de tipos de la que, por otra parte, todos los bancos se han beneficiado.
Pero conviene poner todo en su justa medida. Por eso nos extraña un poco que en la prensa en general los resultados presentados hayan recibido tantas alabanzas y se limiten tan solo a hablar de “beneficios récord” y de que “el banco hace historia”. Mirar los beneficios solo en términos absolutos es un grave error, que puede dar lugar a una imagen distorsionada de la realidad para el accionista.
Un resultado a poner en perspectiva
Cuando se trata de analizar una compañía lo importante es fijarse en el beneficio por acción que, en el Santander, en 2023 fue de 0,68 euros. Es cierto que es un 20% más que los 0,56 euros que ganó en 2022 pero, echando la vista atrás, es la mitad de lo que ganó, por ejemplo, allá por 2008 (1,40 euros por acción); y bastante menos del beneficio de 2009 (1,10 euros) o 2010 (1 euro). La razón es bien sencilla.
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El Santander cerró 2023 con un beneficio de 11.076 millones de euros, superando con creces por vez primera vez en su historia la ansiada barrera de los 10.000 millones de euros. Es cierto, que se trata de un meritorio resultado y que han sabido sacar todo el jugo de la vertiginosa alza de tipos de la que, por otra parte, todos los bancos se han beneficiado. Y que la acción, a nuestro juicio correctamente valorada, bien merece un consejo de conservar.
• Pero conviene poner todo en su justa medida. Por eso nos extraña un poco que en la prensa en general los resultados presentados hayan recibido tantas alabanzas y se limiten tan solo a hablar de “beneficios récord” y de que “el banco hace historia”. Mirar los beneficios solo en términos absolutos es un grave error, que puede dar lugar a una imagen distorsionada de la realidad para el accionista.
Un resultado a poner en perspectiva
Cuando se trata de analizar una compañía lo importante es fijarse en el beneficio por acción que, en el Santander, en 2023 fue de 0,68 euros. Es cierto que es un 20% más que los 0,56 euros que ganó en 2022 pero, echando la vista atrás, es la mitad de lo que ganó, por ejemplo, allá por 2008 (1,40 euros por acción); y bastante menos del beneficio de 2009 (1,10 euros) o 2010 (1 euro). La razón es bien sencilla. El número de acciones del banco, por aquellos años en torno a 8.000 millones de títulos, fruto de las ampliaciones de capital y los famosos “scrip dividend” de los últimos años, se ha duplicado hasta algo más de 16.000 millones de acciones actuales; con el efecto dilución que ello conlleva. Es decir, ahora hay el doble de accionistas entre los que repartir una tarta que, si bien es ahora mayor que entonces no ha crecido tanto como para compensar el mayor número de comensales. La ración para cada accionista ha menguado, por lo que, aunque se traten de buenos resultados, conviene ponerlos en perspectiva para poder analizarlos correctamente, tal y como nosotros hacemos.