Los buenos resultados del grupo impulsan la cotización del grupo energético portugués. EDP cuenta con una estrategia acertada para el difícil contexto actual, apoyada en las buenas perspectivas a largo plazo de las energías renovables. Acción barata.
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Batiendo expectativas
EDP aumentó sus beneficios un 83% hasta septiembre, alcanzando los 0,27 euros por acción, una cifra superior a nuestras expectativas. Este aumento se debe a la recuperación de la producción hidroeléctrica en Portugal (+61%) en comparación con la extrema sequía del año anterior, el aumento de los beneficios en Brasil tras el éxito de la OPA sobre EDP Brasil, que ahora está incluida al 100% en sus cuentas, y las plusvalías obtenidas con dos operaciones de venta de activos en España y Polonia. El grupo también se ha beneficiado de la normalización de los costes de suministro de electricidad y gas, lo que le ha permitido aumentar los márgenes, muy penalizados en 2022. Con todo, el beneficio operativo repuntó un 25%.
En términos financieros, el resultado empeoró un 9% debido al aumento del coste medio de la deuda que pasó del 4,3 al 4,9%. Por su parte, la deuda, aunque ha aumentado, debería volver a reducirse gracias a los ingresos obtenidos mediante la rotación de activos. Las energías renovables y las redes eléctricas son las dos principales apuestas estratégicas de EDP, que se ha deshecho de las centrales de carbón que aún poseía en España. Hemos revisado al alza nuestra previsión de beneficios para este año de 0,26 a 0,30 euros. Para 2024, la mantenemos en 0,30 euros.
Cotización en el momento del análisis: 4,237 EUR
