Enagás, acción correcta con momentum neutral, parte con ventaja en el negocio del hidrógeno verde.
MANTENGA.
En su objetivo de reducir la dependencia de importaciones fósiles (petróleo y gas) y alcanzar la neutralidad climática en 2050, la Unión Europea ha puesto los ojos en el hidrógeno verde – el generado con energía renovable –, como uno de sus pilares. Así, ha fijado 2030 como primer objetivo para alcanzar los 10 millones de toneladas producidas, que se usarían como combustible limpio en el transporte, la industria del acero, cemento, química y en la generación de electricidad. El segundo objetivo es llegar en 2050 a los 50 millones, que se usarían para quemar en toda la industria.
• Con el grueso de la producción renovable en el sur de Europa y el del consumo industrial en el norte, no son pocas las empresas españolas que se están subiendo a este carro. En la parte de su producción ya hay cuatro proyectos operativos, con
Iberdrola (mantener) como pionera con su planta de Puertollano, que produce 3.000 toneladas al año. También están en la pugna por plantar su pica otros 10 proyectos en construcción y otros 20, que han presentado su solicitud, como los de
Acciona (vender) o
Repsol (mantener). La petrolera aspira a liderar la producción en España en ese primer hito de 2030 con tres proyectos que alcanzarían las 228.000 toneladas. Pero es en el lado del transporte, donde Enagás se está frotando las manos.
Enagás con la industria germana como destino
Al ser es uno de los pocos operadores habilitados para operar en las grandes infraestructuras gasísticas de Europa y tener experiencia en el uso del hidrógeno con las redes de nuestro país, Enagás parte con ventaja. De hecho, el próximo 18 de octubre promueve un evento en Berlín en el que tratará de convencer a la industria germana para potenciar la red H2MED, que atravesaría Francia y con la que transportaría 2,5 millones de toneladas de hidrógeno para ellos.
Al margen de que pueda verse animada en los próximos días con las noticias que aparezcan publicadas del evento y tenga más o menos éxito en este proyecto a largo plazo de cara a hacerse con el bocado europeo, a nuestros ojos, la compañía está correctamente valorada y es una empresa que puede tener en cartera. Seguirá gestionando su negocio en España y en el resto de participadas internacionales, ofreciendo a sus accionistas una muy atractiva rentabilidad por dividendo, que supera el 10% en 2023; aunque bien pudiera recortar en 2026 precisamente para acometer estas nuevas inversiones.
• Por otro lado, el del hidrógeno es un negocio a largo plazo, cuyos frutos no llegarán antes de unos años. Tanto es así, que en el último año las compañías que se dedican exclusivamente al mismo han visto sus cotizaciones muy castigadas por la escalada de tipos. Así un ETF como el
Van Eck Hydrogen Economy ETF USD A (IE00BMDH1538) o el
L&G Hydrogen Economy (IE00BMYDM794) están a mitad de precio de los tiempos en que los tipos estaban al 0%. Para aquellos inversores mayor espíritu de riesgo, que quieran apostar por la nueva economía el hidrógeno son unos precios que nos parecen más interesantes para entrar en estas empresas. Ambos cotizan en el Xetra alemán.