General Electric, la crisis asesta un duro golpe a sus aspiraciones

Resultado trimestral castigado por la crisis

La dirección del grupo, en el cargo desde octubre de 2018, había hecho esfuerzos meritorios para sanear este gigante norteamericano, poco rentable y fuertemente endeudado. El 2022 se veía como el arranque plausible de un nuevo crecimiento duradero. Pero la crisis sanitaria ha trastocado sus planes. El primer trimestre paga ya un pesado tributo (ventas: -8%, margen operativo del 5,8% frente al 9,9% de hace un año, beneficio apenas de 0,05 USD por acción, sin contar elementos no recurrentes). El beneficio de la división de salud avanza un 15%. Pero la actividad de energía (turbinas, renovables) sigue siendo frágil y en pérdidas. La división de aviación, ya en una situación delicada con los problemas de Boeing, sufre amargamente (pedidos: -14%, beneficio operativo: -39%).