El sector sufre las consecuencias del catastrófico terremoto de Japón. ¿Qué compañías se verán más afectadas?
Habida cuenta de que Japón es una de las principales potencias tecnológicas y de electrónica de gran consumo mundiales (produce el 40% de los componentes electrónicos que se utilizan en el mundo, el 2% de los semiconductores e incluso el 40% de las memorias flash de los smartphones y tabletas), el sector en su conjunto está sufriendo y sufrirá las consecuencias del catastrófico terremoto.
Así, compañías de la talla de Sony, Panasonic, Toshiba, Canon o Nikon han visto paralizada su producción.
Pero la catástrofe también ha salpicado a otros actores occidentales del sector. Es el caso p.ej del fabricante estadounidense de semiconductores Texas Instruments (correcta, mantener) que ha tenido que cerrar una importante planta en Japón (10% de su producción total), que no volverá a estar operativa antes del próximo mes de julio. Por nuestra parte, hemos revisado a la baja nuestras previsiones de beneficios para la compañía que, no obstante, sigue encontrándose correcta. Un desastre que tampoco dejará impunes a gigantes de la electrónica de gran consumo como Nokia (cara, vender). El desabastecimiento en el mercado de componentes electrónicos a lo largo de los próximos meses acabará empujando al alza sus precios más aún (los de las memorias flash llegaron a disparase un 20% en los dos días posteriores al seísmo), dificultando seriamente el proceso de producción de algunas compañías del sector cuya rentabilidad, consecuentemente, se verá penalizada. · En un contexto tan delicado como el actual y habida cuenta de lo reticentes que se muestran las compañías afectadas a la hora de informar sobre el impacto de esta catástrofe en sus resultados futuros, nosotros optamos por mantenernos alejados del sector tecnológico mundial en su conjunto. No obstante, dentro de éste, a título individual nos encontramos con una excepción. Es el caso del líder estadounidense de los ordenadores personales Intel (barata, comprar). Gracias a la diversificación de sus proveedores a lo largo y ancho del globo, la compañía, que no cuenta con ninguna fábrica en Japón, logrará evitar verse desabastecida de componentes electrónicos.