¿Por qué existe riesgo al invertir?
Si invertir fuese siempre más rentable que ahorrar, y sin ninguna contrapartida, todo el mundo lo haría sin dudar. Pero la realidad es distinta: a mayor rentabilidad esperada, mayor es el riesgo que debes asumir.
Este riesgo puede ser más o menos evidente, pero siempre está presente. De hecho, incluso el ahorro tiene su propio riesgo, aunque más silencioso: si la inflación supera los intereses que obtienes p.ej. con tu cuenta corriente, tu dinero pierde poder adquisitivo con el tiempo. En otras palabras, valdrá menos mañana que hoy.
¿Qué tipos de riesgos debes conocer?
1. Volatilidad
Es el riesgo más visible. Algunos activos, como las acciones, pueden subir o bajar de precio bruscamente. Esto puede asustar, especialmente a quienes empiezan a invertir. Pero si mantienes la calma, verás que esas oscilaciones tienden a compensarse a lo largo del tiempo.
2. Pérdida de capital
Es un riesgo más serio. En ocasiones, una inversión puede perder tanto valor que no se recupera nunca. Una empresa puede quebrar, o un sector completo entrar en declive. Resultado: puedes no recuperar el dinero invertido. Por eso es fundamental no apostar todo a un solo activo o producto.
¿Se pueden reducir estos riesgos?
Sí, y de forma bastante eficaz. Dos principios clave te ayudarán a reducir el riesgo sin renunciar a obtener buenos resultados:
1. Diversifica tus inversiones
No pongas todos los huevos en la misma cesta. Combina distintos tipos de activos (acciones, bonos, inmuebles...), de diferentes sectores y zonas geográficas. Así, si uno de ellos falla, no afectará gravemente al conjunto de tu cartera. Este principio se conoce como diversificación.
2. Invierte a largo plazo
Los mercados pueden ser muy volátiles a corto plazo, pero en general tienden a crecer con el paso de los años. Si inviertes con un horizonte de al menos 5 años, das tiempo a tus inversiones para que se recuperen de las caídas y puedan alcanzar el rendimiento esperado.
A tener en cuenta
. Los principales riesgos son la volatilidad y, en menor medida, la pérdida de capital.
. Diversifica tu cartera. Mantén una visión de largo plazo: invierte con horizonte de varios años.