Cuenta con todas las bazas
La IA empieza a ofrecer asesoría de inversiones que algunas entidades ponen al servicio del pequeño inversor, incluso señalando con el dedo aquellas acciones con mejores perspectivas a un determinado plazo. Pero ¿con qué alcance? Y sobre todo ¿con qué fiabilidad?
No es ningún misterio que para que cualquier decisión de inversión sea acertada se requieren datos precisos y un análisis detallado de los mismos. Uno de los inversores más exitosos, Warren Buffett, afirma leer seis periódicos al día como parte de su rutina para identificar empresas con potencial, que pasa luego a analizar. En comparación, una inteligencia artificial puede procesar miles de páginas en cuestión de minutos. Así, al menos sobre el papel, la IA cuenta con una capacidad exponencialmente mayor que la humana para detectar oportunidades y realizar dichos análisis.
Distintas orientaciones
A la hora de detectar oportunidades de inversión, hace ya tiempo que plataformas como Sentifi usan la IA para analizar el sentimiento de mercado expresado en medios digitales como redes sociales, blogs y medios de comunicación. Herramientas que p.ej. están siendo utilizadas para detectar en sus inicios fenómenos como el de las acciones meme que, gracias al apoyo de foros como Reddit, despuntaron en bolsa (GameStop, AMC Entertainment…). O por inversores institucionales que quieren dar un cariz ESG a sus carteras, ya que Sentifi detecta las compañías que cuentan con un mayor discurso social positivo.
Otro enfoque es el de herramientas como Kensho, auspiciada por Standard & Poor’s (S&P). Utiliza la IA para realizar análisis predictivos simulando distintos escenarios y cómo estos pueden afectar a las inversiones. Su uso de procesadores de lenguaje natural y procesos de aprendizaje automático permiten que la herramienta, tras analizar y cruzar una amplísima base de datos históricos y actuales en manos de S&P, sea capaz de responder a preguntas del tipo “¿cómo afecta la subida del precio del petróleo a las acereras europeas?” O de construir carteras como la del S&P Kensho New Economies Composite Index que selecciona las empresas transformadoras que pueden impulsar la Cuarta Revolución Industrial, un índice que ha rentado un +19,2% en el último año.
Un tercer enfoque es el de herramientas como AlphaSense o RavenPack. Filtran y analizan bastos volúmenes de información no estructurada, como transcripciones de presentaciones de resultados, informes de analistas o últimas noticias. Su análisis consiste en detectar oportunidades como posibles OPA o tendencias de un mercado.
Algunos la ponen a su servicio
El principal problema de las IA anteriores es que están al servicio de inversores institucionales. De ahí que veamos con buenos ojos que algunas entidades se lancen al ruedo democratizando estos servicios de IA como Renta4 con su Asesor Digital de Carteras que propone carteras de fondos, o como Danefin u Openbank que señalan qué acciones tienen mejores perspectivas.
Openbank, resultados no tan buenos
Openbank se moja con su herramienta IA señalando con el dedo los precios objetivos a distintos plazos: 1, 3, 6 y 12 meses. Una herramienta que, según ellos, funciona porque p.ej. a 26/08/24, el 56% de las acciones se encontraban “cerca” del precio objetivo trimestral señalado 3 meses antes, considerando “cerca” un 10%.
En nuestra opinión los resultados de Open Bank no son como para presumir. Casi en la mitad de las ocasiones (el 44%) el precio objetivo alcanzado estaba más lejos del 10% al señalado. Y menos si tenemos en cuenta que lo observado es un único trimestre sin hacer referencia al conjunto de periodos de tres meses que se han producido desde su arranque.
Nosotros hicimos antes del verano otro análisis. Tomamos los 5 valores que mejores perspectivas presentaban en los mercados europeo y americano a ojos de la herramienta a 1 mes, y los 5 peores, comprobando qué habían hecho esas carteras al cabo de ese mes durante casi dos meses. El resultado es que la cartera con los 5 mejores valores obtuvo de media -0,3% y la de los peores +0,4%, mientras que un ETF que replicaba la bolsa mundial ganó un +3,5%.
Nuestras conclusiones
No hemos tratado de hacer un análisis exhaustivo de las herramientas de IA, pero estamos viendo que los algoritmos de aprendizaje automático leen mucha información,pero les falta aprender a distinguir la información cierta de la falsa, y sobre todo detectar antes que nadie lo que no está ya escrito usando procedimientos de pensamiento que los lleve a generar predicciones más acertadas que las de inversores humanos como Buffett que, por cierto, huyen de la IA al afirmar que no la entienden. Tardaremos aún un tiempo hasta que estas herramientas puedan demostrar consistencia de resultados en el largo plazo de forma que puedan llegar a ser fiables.
Otro cantar es que usted quiera apostar por la IA para aprovechar todo su potencial. De ser así, consulte nuestro análisis Inteligencia artificial, un punto y aparte