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Sus primeros pasos con planes de pensiones
hace 5 años - viernes, 2 de febrero de 2018Los planes de pensiones son una de las opciones más contratadas a la hora de ahorrar para la jubilación.
Pueden ser interesantes, pero ¡ojo! Ni son la panacea ni valen para todo el mundo. Desde estas líneas le indicamos en qué consisten, a quién le interesan y, en este caso, por cuáles optar. Solo en nuestra página web ya encontrará más de 150 planes entre los que elegir.
En qué consisten
Un plan de pensiones es un producto financiero de ahorro que permite al inversor realizar aportaciones con el objetivo de disponer de un capital o una renta en el momento de su jubilación. Su funcionamiento es muy similar al de los fondos de inversión: los gestores invierten el patrimonio en acciones, obligaciones…, cobrando unas comisiones por ello. El valor del plan fluctúa en función de las inversiones que componen su cartera, y son estas por tanto las que junto a las comisiones cargadas, que se descuentan día a día del valor del plan, las que marquen el rendimiento que obtenga así como en el riesgo que está asumiendo con su plan de pensiones.
Son productos pensados para cubrir la jubilación pero con un grave problema: su iliquidez. No se pueden recuperar a voluntad de su dueño sino solo en determinados supuestos: cuando se llegue a la edad de jubilación, en caso de una incapacidad permanente total para la profesión habitual, en caso de dependencia severa o a su fallecimiento. Además de estos supuestos ordinarios existen otros supuestos excepcionales que le permitirán recuperar su dinero: desahucio, desempleo de larga duración o enfermedad grave. Y a partir de 2025 también se podrán rescatar las participaciones que tengan más de 10 años de antigüedad. Ojo, invertir en un plan no significa que deba permanecer en el mismo hasta que pueda recuperarlo. La ley permite realizar traspasos entre planes sin coste alguno, como ocurre con los fondos.
Su baza comercial es la ventaja fiscal. ¡Pero ojo! Esta ventaja se trata más bien de un diferimiento fiscal y no una condonación. Usted puede restar de su factura fiscal en el IRPF lo aportado el año de la aportación como si no lo hubiera ganado (con ciertos límites), pero deberá sumarlo luego cuando cobre el plan… quizás pagando por ello un tipo de gravamen superior al que se ahorró. Y es que la escala del IRPF es creciente y en el momento del cobro tributará por todo lo cobrado a su tipo marginal como si de un rendimiento del trabajo se tratase, sin distinguir la parte que aportó de lo que haya ganado.
Por ello, tan importante es saber a quién interesa aportar como la forma en que debe cobrarlo.
A quién le puede interesar
Antes de plantearse si le interesa o no aportar a un plan de pensiones debe tener en cuenta que lo que destine a ahorrar para su jubilación debería ser un complemento de su pensión pública, no siendo muy acertado pensar en el ahorro privado como sustituto de esta. Por ello, antes de plantearse ahorrar para cuando se jubile a través de un plan, un fondo o cualquier otro producto, lo primero que debe hacer es, si puede, intentar mejorar su futura pensión pública. Especial cuidado deben tener los autónomos, que suelen hacer lo contrario.
Salvado este punto, ¿a quién interesa? Teniendo en cuenta la reinversión del ahorro fiscal, aportar a planes resultaría más ventajoso que aportar a fondos de inversión siempre y cuando partieran de rendimientos similares y se recuperaran luego con tino.
En líneas generales los planes de pensiones pueden ser una interesante opción para aquellos ahorradores con rentas del trabajo por las que tributan en IRPF (mejor aquellos con rentas más altas), que además no tengan problema alguno con su iliquidez, que no quieran dejarlos en herencia (no haga aportaciones por tanto una vez jubilado), que les queden menos de 20 años para poder recuperarlos y, escojan un buen plan adecuado a su perfil.
Así, creemos que a una persona menor de 45 años y a la que, por lo tanto, le queden 20 o más años para la jubilación, independientemente de su nivel de renta, en general no le interesa a día de hoy inmovilizar su ahorro en planes de pensiones. Aunque piensen en su jubilación, les saldrá más a cuenta seguir una estrategia acertada a través de productos que cuenten con total liquidez, como la que proponemos en nuestras carteras modelo globales.
Seleccione los mejores planes de pensiones
Para aquellos a quienes pueda interesar realizar aportaciones a planes de pensiones o bien para aquellos que ya tienen el dinero inmovilizado en ellos (recuerde que puede traspasarlo a otros planes más meritorios), el siguiente paso es saber cuáles son los mejores planes entre los que invertir.
En nuestro selector de planes encontrará los planes más interesantes hacia los que dirigir su dinero en el caso de que le interese este producto de ahorro. Entre ellos encontrará planes de mayor riesgo (y también de mayor rentabilidad potencial) que invierten exclusivamente en acciones, otros mixtos que lo hacen en acciones y obligaciones, otros que lo hacen solo en obligaciones, monetarios en euros,…Escoger uno u otro estará en función de su perfil como inversor y del plazo que le quede hasta su jubilación. Así
· Si a usted le quedan menos de 3 años para recuperar su plan, no debería asumir ningún riesgo y debería optar por algún o algunos de los planes incluidos en la categoría de Monetarios u Obligaciones: Euro corto.
· Si a usted le queda un plazo más largo podría empezar a buscar más rendimiento a su dinero añadiendo algo de lo mejorcito que encuentre entre los planes de Acciones y los de Obligaciones, al estilo de lo que hacen nuestras carteras globales en función de su perfil de riesgo. Cuanto más le quede para su recuperación, mayor será el peso que podrá dedicar a la parte que destine a las acciones, y viceversa, deberá ir reduciéndolo en favor de las obligaciones a medida que se acerque el momento de recuperarlos. En caso de duda o si quiere simplificar opte por un buen plan mixto.
Preste atención a la hora del cobro
El último de los pasos a dar con los planes de pensiones, pero que no por ello deja de tener una importancia capital, es el que se produce una vez acaecida alguna de las situaciones que dan derecho a cobrar su plan de pensiones. No tiene por qué recuperar inmediatamente su plan, usted decide las fechas y las modalidades de cobro. Y tomar una u otra decisión implicará diferencias significativas en el dinero que finalmente, tras su paso por el Fisco, llegue a su bolsillo.
El cobro de un plan de pensiones será siempre en efectivo. Pero se puede recibir todo de golpe (un solo capital), en pagos periódicos (como renta), mixtos (una combinación de los dos anteriores) o en pagos sin ninguna periodicidad regular. Eso sí, debe tener presente que sea cual sea la opción elegida deberá declarar al Fisco el ingreso recibido como un rendimiento del trabajo, también en caso de fallecimiento.
Dada la progresividad del IRPF no es conveniente por tanto acumular muchos rendimientos en un mismo año y, siempre que pueda, merece la pena distribuirlos en los años que menores rentas se generen en su conjunto. Una forma sería por ejemplo no hacerlo en el año en que se jubile, sino esperar a empezar a cobrar el plan cuando sus ingresos del trabajo bajen, lo que suele ocurrir al año siguiente de la jubilación. Cuanto más cobre de golpe de un plan más sube en su escala de gravamen en el IRPF. Eso sí, tenga en mente si, por tratarse de un plan muy antiguo, tiene derecho a algún tipo de reducción especial en el cobro del primer capital.
En cuanto a las rentas vitalicias aseguradas, su interés depende en buena medida de la renta que le ofrezcan. Esta puede variar mucho de un plan a otro pues depende de la aseguradora con la que se la contraten y la oferta que haga en ese momento. Así pues esta opción puede ser interesante o nefasta.
Vea nuestro comparador de planes de pensiones
Vea cuál es la estrategia de inversión que mejor se adapta a su perfil de riesgo