10 mitos a desterrar
Los planes de pensiones siguen siendo una de las herramientas más populares para complementar la jubilación. Sin embargo, alrededor de ellos circulan ideas equivocadas que llevan a muchos ahorradores a perder dinero o renunciar a beneficios importantes. Desmontamos los mitos más frecuentes.
1. Necesito mucho dinero
No. Los planes de pensiones están pensados para quienes quieren ahorrar poco a poco para complementar su futura jubilación. La mayoría permite aportaciones desde 20 o 30 euros, ya sea de forma mensual, trimestral, anual u ocasional.
2. Ya no tienen ventajas fiscales
No es así. Sí las tienen, aunque más limitadas que hace unos años. Actualmente, las aportaciones reducen la base imponible del IRPF hasta 1.500 euros anuales en planes individuales, o hasta 8.500 euros adicionales a través de aportaciones empresariales o aportaciones voluntarias a planes de empleo, si el plan lo permite. Es cierto que el límite antes era mucho más alto, pero la ventaja fiscal sigue existiendo: se reducen impuestos hoy y se difiere la tributación hasta el rescate, momento en el que las prestaciones tributan como rendimientos del trabajo en el IRPF, incluso aunque lo reciban sus herederos mortis causa. Eso sí, en ese momento de la recuperación es esencial pararse a pensar cómo hacerlo
3. El mismo plan para toda la vida
No. Y es un error muy común. Puede mover su dinero entre planes sin coste y sin tributar. Las entidades no pueden cobrar comisiones de traspaso. La clave está en revisar su plan periódicamente y comprobar que se ajusta a sus necesidades. Si no es así (porque p.ej. el riesgo a asumir sea menor por encontrarse a tiro de piedra de su cobro) o porque sus comisiones le parezcan desorbitadas o su gestión desafortunada, siempre puede traspasarlo a otro.
4. Solo sirven para la jubilación
No exactamente. Aunque su fin principal es ahorrar para la jubilación, la ley permite rescatar un plan sin penalización en otros casos: enfermedad grave, desempleo de larga duración, incapacidad laboral (permanente total, absoluta y gran invalidez), situación de dependencia severa o gran dependencia. Además, desde 2025 está en vigor la regla de los 10 años, lo que significa que cada aportación -y rendimientos que genere- hecha en un año se podrá rescatar libremente una década después. (en este 2025 las realizadas en 2015 o anteriores).
5. Más planes, mayor diversificación
No necesariamente. Muchos ahorradores acumulan planes poco rentables, con comisiones altas o niveles de riesgo que ya no se ajustan a su edad. Mejor uno o dos planes bien elegidos que cuatro o cinco sin criterio.
6. Si es de “jubilación” es un PP
No necesariamente. Para que un producto sea un plan de pensiones debe estar inscrito como tal en la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP). Si no aparece registrado podría ser un seguro de vida-ahorro (como un plan de jubilación), un PIAS (planes individuales de ahorro sistemático)… No son equivalentes ni tienen las mismas reglas fiscales ni la misma liquidez. Y algunos no pueden recibir traspasos desde un plan de pensiones.
7. Rinden poco; mejor un depósito
Los depósitos rara vez superan la inflación. Por eso no sirven para construir una pensión complementaria. Los planes de pensiones ofrecen un mayor potencial de rentabilidad, la reinversión automática de los beneficios y ventajas fiscales . Eso sí, no todos los planes son buenos. Las diferencias entre sus comisiones y políticas de inversión son enormes. Elegir bien marca la diferencia. Para ello, puede consultar en nuestra web nuestro comparador de planes de pensiones.
8. Es mejor empezar a los 40
Es justo lo contrario. Cuanto antes empiece mayor será el efecto del interés compuesto. Aportar desde los 25-30 años crea una diferencia enorme: ahorrará durante más tiempo, y sus aportaciones le rentarán año tras año.
9. Puedo perderlo todo
En los planes de pensiones el valor sube y baja según en qué inviertan: uno con muchas acciones tendrá más altibajos que otro centrado en renta fija a corto plazo. Aun así, perderlo todo es muy poco probable. La DGSFP controla estrictamente estos productos y la gestora no es dueña de su dinero: solo lo administra. Los partícipes siguen siendo los propietarios de su capital, que además está custodiado por una entidad depositaria independiente.
10. Puedo usarlo para pagar hipoteca
No en general. La ley solo permite rescatar el plan para amortizar capital de la hipoteca en caso de desempleo prolongado, o si se cumplen las causas excepcionales previstas (vea mito nº 4).
¿No sabe cuál elegir?
El Plan de pensiones Asociado OCUinvierte de forma mixta entre acciones y renta fija siguiendo la cartera Global Flexible, con unos costes muy ajustados del 0,63% anual (gestión + depósito) obtiene una rentabilidad interesante (+7,8 en 2025 y 2,5% en 5 años). Más información en www.ocu.org/ocu-plus/plan-de-pensiones
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