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Siete consejos para un inversor ante la crisis ucraniana
hace un año - martes, 8 de marzo de 2022
Qué puede hacer el inversor ante las incertidumbres provocadas por la guerra en Ucrania.
Primer consejo: no ceda al pánico
Es un consejo fácil de dar, aunque no tan fácil de seguir. El primer consejo a tener en cuenta ante una situación de este tipo es no ceder al miedo. El tiempo es un aliado de nuestra parte: a toda gran caída le sigue un rebote, y aquel que sea capaz de dejar a un lado los nervios y siempre que sea paciente obtendrá un mejor resultado que aquel que siguió la estrategia de vender para luego tratar de comprar. Aunque se tarde algo de tiempo en ello, quien persevera suele obtener mejores resultados que quien cede al pánico y vende en una caída.
Tomemos, por ejemplo, la primera crisis ruso-ucraniana relacionada con la anexión de Crimea, a principios de 2014. Dando un vistazo al período comprendido entre el 20 de febrero y finales de marzo de 2014 hubo días muy negros, pero las bolsas mundiales se mantuvieron sustancialmente planas y “sólo” un año después de ese 20 de febrero de 2014 ganaban alrededor de un 31%. Volvamos a la crisis ligada a la invasión de Kuwait por Irak: en el período comprendido entre febrero de 1990 y agosto de 1990, las bolsas mundiales perdieron un promedio del 25%. Sin embargo, cinco años después de aquel febrero de 1990, no sólo habían recuperado todas sus pérdidas, sino que incluso ganaban un 30,6%, es decir rentaron un 5,5% anual medio. En resumen, recuerde que la paciencia es la virtud de los fuertes y es el arma más poderosa que tiene incluso en las finanzas.
Recuerde que hasta que no venda, las pérdidas son solo virtuales: por eso es importante antes de empezar a invertir en acciones entender cuánto tiempo puede mantener el dinero sin tocarlo. Un horizonte de inversión para un inversor cabal que construye una cartera diversificada suele ser de al menos cinco años, pero mejor si se plantea poder prescindir de ese dinero 10 o más años. Y los rebotes a los que hacemos referencia no son los de un mercado concreto sino el global de una cartera bien diversificada, lo cual nos lleva al segundo consejo.
Segundo consejo: no ponga todos los huevos en la misma cesta
El tiempo ciertamente ayuda, pero también debe elegir los mercados correctos sin jugársela a una sola carta. El segundo consejo es, por tanto, no invertir todos sus ahorros en una sola acción o en un solo mercado (por ejemplo, solo acciones españolas), sino distribuir bien sus ahorros en múltiples acciones y mercados de valores. De hecho, si tras la anterior crisis rusa de la anexión de Crimea en febrero de 2014 hemos dicho que un año después las bolsas mundiales subían un 31%, no podemos decir lo mismo de la bolsa rusa, un año después el mercado moscovita seguía un 20% por debajo, tardó 3 años en simplemente volver al valor en el que se encontraba antes de la intervención y no empezó su nueva escalada hasta finales de 2018… para tropezar de nuevo con su ataque a Ucrania en 2022.
¿Por qué bolsas apostar y cuánto destinar a cada una? OCU Inversiones le ayuda con ello. Conjugar distintas bolsas cuyas economías estén en crecimiento, no se encuentren caras y puedan flotar en momentos de crisis sin hundirse hasta el fondo deben integrar ese cóctel. Buenos ejemplos de ello son la bolsa japonesa y surcoreana en Asia, o la estadounidense y canadiense al otro lado del Atlántico. Cuando se desata una crisis como la actual el valor refugio de estas apuestas toma un doble valor, por un lado, porque suben sus parqués y por otro porque también lo hace su divisa gracias a la entrada de capitales. Ante un escenario bélico en Europa, la economía americana y su bolsa podrían aguantar mejor que otras. Y es que, con precios del crudo elevados, el país puede relanzar su sector energético (especialmente el gas y el petróleo de esquisto bituminoso), obteniendo el doble efecto de convertirse en aún menos dependiente del estado de ánimo del Kremlin en términos de suministro de energía y creación de riqueza que pueda hacer crecer su economía. En cuanto al dólar estadounidense no sólo sube por atraer capitales al país, sino porque la congelación de las reservas rusas en el exterior ha cerrado el grifo en el mercado interbancario a este gran oferente de dólares y al escasear este, sube su precio. No obstante, teniendo en cuenta que la Bolsa de Nueva York no está precisamente barata, nuestra recomendación es limitar su peso en algunas de nuestras carteras mixtas a entre un 5% y un 15%, según el tipo de inversor que usted sea: si es especialmente precavido, limítelo a un 5 %; si es más "dinámico", puede subir hasta un 15%. Para saber qué tipo de inversor es usted y conocer los otros mercados en los que recomendamos invertir, no solo las bolsas, en algunos casos también es bueno invertir algo en obligaciones, visite nuestras estrategias de inversión y descubra nuestras propuestas para diferentes perfiles de inversor: una combinación de inversiones en acciones y renta fija diseñada para ayudarle a enfrentar los momentos difíciles de la mejor manera posible y brindarle satisfacción a medio / largo plazo.
En una cartera bien diversificada, también es bueno introducir obligaciones, que pueden dar estabilidad ante una crisis bursátil. Sin embargo, los rendimientos de los bonos todavía están muy lejos de poder contrarrestar el alto coste de vida, y máxime con la inflación actual. Algo que hoy, sólo está al alcance de la inversión en acciones, por ello no debe sorprenderse si incluso a un inversor defensivo o precavido le recomendamos invertir en acciones una parte de su patrimonio.
Tercer consejo: si tiene liquidez ¿invertir todo de golpe?
¿Todavía le acongoja ver sus ahorros en rojo? Puede intentar reducir el impacto de posibles caídas en los mercados llevando a cabo sus inversiones poco a poco. Hemos comparado el valor de una cartera, hasta la fecha, de quienes habían decidido apostar 5.000 euros de un sólo golpe en las bolsas mundiales a finales de 2006 con el valor de la cartera de quienes, por el contrario, había decidido escalonar los 5.000 euros en cinco años, invirtiendo 1.000 euros a finales de 2006, luego 1.000 euros a finales de 2007, otros 1.000 a finales de 2008 y de nuevo 1.000 euros a finales de 2009 y de 2010. En el primer caso, hoy esos 5.000 euros serían unos 15.400 euros, mientras que en el segundo caso serían unos 17.750 euros, un bonito 15% más. Sin embargo, haciendo este mismo ejercicio en otros momentos, el resultado… ha sido el contrario. Pues si bien, al comprar poco a poco, puede transformar los momentos de caída del mercado en oportunidades (compra más por el mismo dinero) en mercados que explotan al alza, como por otro lado suele ocurrir en no pocos casos tras una gran caída, tener dinero en barbecho a la espera supone un alto coste de oportunidad y terminar comprando más caro.
Así pues, quienes invierten poco a poco suelen dormir más tranquilos pues en nuestro ejemplo es como si tuvieran una cartera en la que al final del primer año tienen un 80% en liquidez y por mucho que caigan sus acciones apenas lo notarán en el montante conjunto, un 60% al final del segundo, un 40% del tercero… y sólo al final del quinto año tendrán realmente una cartera 100% de acciones. Más tranquilo, pero salvo que el mercado no levante cabeza, generalmente más pobre ya que el primer euro invertido lo tiene invertido durante 15 años en acciones, pero el último sólo 10 años. Es más, en un mercado que ha sufrido una fuerte corrección parece más rentable invertir de golpe, o en un par de ocasiones que esperar a que suba para comprar más caro. Usted elige. Ahora bien, si nos pregunta si ahora es ese momento en el que el mercado está más bajo, no podemos responderle, todo depende de la evolución del conflicto bélico y la respuesta de nuestra autoridades económicas y monetarias.
Cuarto consejo: algo de oro “en la caja fuerte”
Además de crear una cartera diversificada en acciones y obligaciones, en momentos de crisis es recomendable invertir una pequeña parte de sus ahorros en oro. Este es el activo refugio por excelencia, que tiende a subir cuando los mercados bursátiles van mal. No en vano en este convulso inicio de 2022, hasta el 7 de marzo las bolsas mundiales perdieron de media un 8,5% o un 18,4% las europeas, mientras que la cotización del oro subió cerca de un 15%, lo que ha permitido recuperar parte de esas pérdidas a quienes dedicaron parte de su patrimonio al dorado metal. Siga la evolución del precio del oro y también la evolución de la plata .
Advertencia: no espere una relación de uno a uno, como si las bolsas al caer un 1%, el oro debiera subir un 1%. De hecho, también puede haber días en que caigan tanto las bolsas como el oro: y es que no hay reglas fijas en este mundo de las finanzas en el que en el juego de la oferta y la demanda inciden tanto los datos objetivos como las percepciones.
Varios factores afectan el precio del oro, desde la evolución de los tipos de interés o del dólar USD hasta la demanda de oro para joyería. En cualquier caso, el oro es un elemento que puede reducir el riesgo general de su cartera, en momentos de crisis. ¿Cuánto invertir en oro? Recomendamos un máximo del 10% del valor de lo que tenga invertido en acciones y renta fija. Si p.ej. son 100.000 euros, puede invertir hasta 10.000 euros en oro; considere el oro un poco como un seguro para aquellos que invierten en acciones. Eso sí, aparte de la ganancia que pueda obtener como diferencia entre el precio al que lo compre y al que lo venda, el oro no paga dividendos, ni intereses, ni produce rendimiento alguno, por ello no suele ser interesante mantenerlo de forma permanente en una cartera y algunos prefieren decantarse por invertir en minas de oro cuyo negocio, siempre que el precio de venta de la onza de oro supere al de su extracción, puede generar beneficios aunque el oro no siga subiendo de precio (vea nuestro análisis Fondos de acciones de minas de oro, una apuesta rentable).
Eso sí, olvídese de comprar lingotes y guardarlos en casa. Tendrá un coste de custodia y además hemos comprobado que deberá soportar un sobrecoste en el precio que pague en el momento de la compra y un menor precio a obtener en el de la venta, lo que puede dinamitar sus resultados. La forma más barata, sencilla y con la que puede despreocuparse de su custodia o de pagar y recibir un precio justo en la inversión en oro es comprando el oro a través de un fondo cotizado (un ETF) que compre los lingotes y sea él quien los custodie (para saber cómo elegirlos y comprarlos vea nuestro análisis Buen momento para invertir en oro y plata.
Quinto consejo: qué hacer con los productos diseñados para especular con nuevas caídas
Hay quien pretende sacar tajada de las caídas poniéndose en corto. Se llama así en la jerga financiera a quién apuesta por la caída de una acción o una bolsa, vendiendo a crédito. Es decir, toman prestadas esas acciones y las venden, para recomprarlas luego cuando estén más baratas y así poder devolverlas ganando la diferencia de precio. Sin embargo, nosotros no podemos recomendárselo. Con la venta a crédito no sólo hay que acertar con el sentido de la evolución de la acción, sino también con el momento, pudiendo llegar a perder más dinero del invertido inicialmente si la acción evoluciona de repente en sentido contrario al esperado (al alza en este caso). Y es que ante un rebote las garantías que le habrá obligado a depositar su intermediario pueden verse consumidas, y su intermediario puede cerrar la posición. Algo que también puede ocurrir si con lo que opera es con un CFD (Contrato por Diferencias). Otra alternativa es lanzarse al mundo de los derivados, tarea ciclópea para un pequeño inversor en el que las pérdidas pueden ser todavía más rápidas y mayores.
En todo caso una opción más razonable para quienes quieran apostar por nuevas caídas o cubrirse de ellas es optar por un ETF o fondo de inversión cotizado, cuya cartera realice tal labor y donde las pérdidas nunca superarán lo invertido. Tenga en cuenta que estos productos funcionan a su favor cuando los índices contra los que se apalancan caen, pero también lo harán en su contra si suben. En todo caso están indicados solo para el más corto plazo, ya que una vez acontecido el batacazo o pasado el peligro lo mejor es desprenderse de ellos. Vea nuestro análisis Fondos para apostar por las caídas bursátiles.
Sexto consejo: cuando parece que todo cae, en realidad siempre hay algo que sube
El impacto económico de la guerra de Ucrania en la zona euro es todavía mayor porque estábamos intentando salir de la crisis surgida por la pandemia del COVID, y ya arrastrábamos una inflación galopante que se intensificará con el tirón de los precios de la energía y las materias primas, incluidos los alimentos. La guerra ucraniana es desastrosa tanto desde el punto de vista humano como desde el económico y sólo puede crear pesadumbre el triunfo de la barbarie frente a la resolución pacífica de los conflictos. Sin embargo, hay algunos sectores económicos que pudieran recibir un empujón.
· El más evidente es el petrolero. El precio del oro negro es noticia por su espectacular escalada, algo que destroza el bolsillo de los hogares, pero favorece especialmente a algunas compañías dentro del sector. Nuestro análisis Cómo invertir en empresas petroleras extractivas le dice cuáles son y cómo abordar dicha apuesta matizando su riesgo.
· También el sector de empresas dedicadas a la defensa, a la contra del mercado, ha tirado al alza ante los anuncios de mayores dotaciones presupuestarias. Vea nuestra explicación al respecto en Cómo afronta el sector de defensa la escalada armamentística y si su postura ética le permite invertir en este sector le decimos cómo hacerlo en Cuatro acciones para apostar por el sector de defensa.
· La invasión rusa de Ucrania ha añadido toda una nueva serie de presiones sobre los precios agrícolas que ponen el sector al rojo vivo. No en vano, Ucrania y Rusia son los grandes graneros de Europa. Vea nuestra explicación y cómo abordar una apuesta beneficiosa para su bolsillo en Un ETF para aprovechar el tirón de las materias primas agrícolas.
Séptimo consejo: no se olvide de la fiscalidad
Con la guerra en Ucrania provocando caídas bursátiles por doquier, puede, si no tiene ya de años anteriores minusvalías pendientes de compensar, que le venga bien dejar aflorar pérdidas que puedan compensar fiscalmente otras ganancias – o agotadas estas hasta un 25% de sus rendimientos de capital mobiliario (dividendos, cupones, intereses…) – y así ahorrar en su próxima factura del IRPF.
Claro que, si se trata de una inversión interesante, además de sacar a la luz estas pérdidas, puede que quiera recomprarla inmediatamente y mantener de esta forma su inversión de cara a un eventual rebote. Ha de saber que Hacienda, cuando se trata de valores homogéneos solo permite echar mano del mecanismo de compensación de pérdidas y ganancias, cuando haya pasado un determinado plazo de tiempo entre la venta y la nueva compra. Dicho plazo es de dos meses para los valores o participaciones adquiridos en mercados secundarios de valores de la Unión Europea y un año para los que no coticen en estos mercados (p.ej. los del Reino Unido desde el 01/01/21). Es la llamada “norma antiaplicación”, cuyo objetivo es evitar que los contribuyentes generen pérdidas o rendimientos de capital negativo solo a ojos del fisco. En caso de realizar la compra sin respetar esos plazos Hacienda no permitirá computar dicha pérdida en su declaración hasta que no se transmitan los valores que se consideran recompra. Ahora bien, si quiere hacerlo, desde OCU Inversiones le explicamos un truco para sortear esta norma antiaplicación en Sacar pérdidas a la luz y mantener la inversión.