En un contexto poco favorable para las bolsas, Berkshire Hathaway da muestras de estabilidad gracias a su enfoque defensivo y a su cartera bien diversificada. La acción se paga a 19 veces el beneficio esperado para 2023, un nivel razonable habida cuenta de los rendimientos históricos del grupo.
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A pesar de la volatilidad bursátil actual, el holding financiero debería seguir haciéndolo bien. En primer lugar, una de las operaciones más emblemáticas de Berkshire Hathaway en 2022 fue reducir su exposición a los bancos regionales. Así el grupo vendió la mayor parte de su participación en Bank of New York Mellon y US Bancorp. En 2020 y 2021 ya había replegado velas en el sector deshaciéndose de Wells Fargo, JP Morgan y Goldman Sachs. Una decisión que ahora resulta acertada, dada la tormenta que azota al sector bancario en EE.UU.
Además, mientras que algunos bancos sufren grandes pérdidas en sus carteras de obligaciones, Berkshire tiene muy pocos de estos títulos. Ahora se beneficia de la subida de tipos, que impulsa los ingresos de las obligaciones del Tesoro de EE.UU. Este año, los ingresos por intereses deberían duplicarse, o triplicarse, dados los tipos actuales que se acercan al 5%. Por último, además de una cartera de acciones altamente diversificada, el grupo tiene un botín de guerra de más de 129.000 millones de dólares, con los que aprovechar el varapalo actual de los mercados comprando acciones sólidas a un bajo precio.
Cotización en el momento del análisis: 297,88 USD
