Ingresos predecibles
Una obligación es un préstamo que haces a un Estado o a una empresa. A cambio, el emisor se compromete a:
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pagarte intereses periódicos (cupones), normalmente anuales o semestrales,
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devolverte el capital al vencimiento.
Desde el primer día conoces:
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cuánto cobrarás de intereses,
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durante cuánto tiempo,
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y el capital que recuperarás al final (salvo impago).
Ejemplo: inviertes 5.000 € en una obligación corporativa al 4 % durante 7 años → cobrarás 200 € al año (1.400 € en total) más la devolución de los 5.000 €.
Herramienta de diversificación
Las obligaciones suelen comportarse de forma distinta a las acciones en momentos de tensión en los mercados.
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Cuando las acciones caen, las obligaciones suelen resistir mejor.
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Añadirlas a la cartera reduce la volatilidad global.
Más rentables que el ahorro tradicional en cuentas o depósitos
Las cuentas de ahorro y/o depósitos ofrecen comodidad, pero su rentabilidad suele ser baja e incluso inferior a la inflación, lo que reduce el poder adquisitivo con el tiempo.
Las obligaciones suelen proporcionar:
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intereses más altos que un depósito o cuenta,
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visibilidad sobre el rendimiento,
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un buen equilibrio entre seguridad y rentabilidad.
Adaptables a distintos perfiles
Si tu objetivo es proteger tu capital, los bonos son, por lo general, menos arriesgados que las acciones, especialmente si hablamos de deuda pública o de bonos con una alta calificación crediticia.
¿Buscas ingresos regulares? Los bonos ofrecen una gran ventaja: pagan cupones periódicos, lo que te asegura ingresos predecibles directamente en tu bolsillo.
Si estás planificando un gasto importante en el futuro, como la compra de una vivienda o la educación de tus hijos, los bonos te permiten seleccionar su vencimiento para que coincida perfectamente con tus necesidades.
Y si la jubilación se acerca, los bonos se convierten en un buen aliadoe. Su menor volatilidad te ayuda a preservar tus ahorros ganados con tanto esfuerzo, dándote tranquilidad en esa etapa crucial de tu vida.
En resumen, la clave está en elegir la duración y el tipo de obligaciones de acuerdo a tu horizonte de inversión y tu tolerancia al riesgo.
Puerta de entrada a los mercados financieros
Si quieres iniciarte en la inversión sin aventurarte directamente en el mundo de las acciones, las obligaciones pueden ser un buen primer paso:
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Te familiarizan con conceptos como rentabilidad, vencimiento o riesgo de crédito.
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Permiten invertir en renta fija de forma diversificada a través de ETF o fondos, reduciendo riesgos asociados a un solo emisor.
A tener en cuenta
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Las obligaciones ofrecen ingresos predecibles mediante cupones y devolución del capital.
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Ayudan a diversificar y reducir la volatilidad de la cartera.
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Alternativa con más rentabilidad que el ahorro tradicional.
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Aptas para distintos perfiles y objetivos.
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Pueden ser una puerta de entrada a la inversión a través de bonos directos o ETF.