Los productos más seguros y los más arriesgados
                    Depósitos, seguros, obligaciones, acciones… No todas las inversiones gozan de la misma seguridad. Conozca los riesgos a los que se enfrenta cuando aborda una u otra.
¿Qué es una inversión “segura”?
Teniendo en cuenta las circunstancias de cada momento así como el perfil de cada inversor, a grandes rasgos podríamos equiparar el término “seguridad” con la garantía de recuperar, al menos, lo invertido. Es decir, evitar las pérdidas. Y aquí entran en juego dos cuestiones clave: en qué invierte y a través de quién.
• Con la primera ponemos el foco en todos los riesgos (de mercado, de interés, de tipo de cambio, de crédito…) inherentes a la naturaleza de la propia inversión (acciones, obligaciones…) que repercuten directamente en los altibajos que pueda sufrir en su valor, en los rendimientos que ofrece y en el dinero a recuperar a su vencimiento. Con la segunda ponderamos la seguridad (o no) de los intermediarios y entidades a través de los que canaliza sus inversiones, así como las coberturas que podrían ampararle si éstos no resultaran ser tan fiables como debieran. 
• Combinando todos estos ingredientes podemos formular en grandes líneas una escala de seguridad o riesgo con los principales productos financieros a su alcance .
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