El diferimiento fiscal en los traspasos juega a favor de los fondos tradicionales, pero ¿es un elemento diferencial?
Diferimiento fiscal: en fondos, sí
Al invertir con fondos tradicionales, o sicav con más de 500 partícipes, puede hacer uso de la ventaja que conlleva el diferimiento fiscal en los traspasos. Así, no tendrá que tributar por las ganancias acumuladas, retrasando su paso por el fisco hasta el momento en que venda sus participaciones y recupere su dinero. Si bien tarde o temprano tendrá que tributar por las ganancias – salvo que deje sus fondos en herencia, en cuyo caso los herederos sí podrían llegar a salir bien parados –, no es menos cierto que fruto de ese diferimiento el dinero que no va a parar al fisco también sigue trabajando para usted a lo largo de los años. Esto supone un valor añadido frente a los fondos cotizados o ETF, con lo que no es posible el diferimiento fiscal. Así, cuando quiera cambiar de un ETF a otro tendrá que declarar sí o sí las ganancias o pérdidas generadas.
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