Nuestra selección de compras de la semana: obligaciones noruegas
Las obligaciones de la deuda soberana noruega son una apuesta a tener en cuenta en una cartera diversificada.
Publicado el 27 noviembre 2023
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Las obligaciones de la deuda soberana noruega son una apuesta a tener en cuenta en una cartera diversificada.
Noruega ha entrado técnicamente en recesión. Su PIB (Producto Interior Bruto), como hizo en el segundo trimestre, cayó un 0,5% en el tercero. ¿Merece una apuesta? ¿Cómo invertir?
Sector energético en apuros
Esta caída del PIB noruego se explica por las dificultades en el sector energético, un sector clave en la economía noruega. Con un precio del barril que ha caído a 80 USD frente a los 120 en junio de 2022, la actividad petrolera sufre y cae un 2,5% en el tercer trimestre, después del -2,4% en que lo hizo en el segundo.
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Esta caída del PIB noruego se explica por las dificultades en el sector energético, un sector clave en la economía noruega. Con un precio del barril que ha caído a 80 USD frente a los 120 en junio de 2022, la actividad petrolera sufre y cae un 2,5% en el tercer trimestre, después del -2,4% en que lo hizo en el segundo. Pero las dificultades no se limitan al sector petrolero. El PIB continental, que excluye el sector petrolero en alta mar, renquea como el europeo y solo aumentó un 0,1% en el tercer trimestre, después de haberse estancado en el segundo.
• La inflación, al 4% en octubre, sigue penalizando el poder de compra de los hogares y con él el consumo, algo que junto al encarecimiento del crédito ha causado una profunda crisis en la construcción. Dejamos las acciones noruegas de lado y preferimos invertir en su renta fija; una apuesta sólida y con tipos atractivos, que merece un hueco en una cartera diversificada.
• En nuestra opinión la corona noruega (NOK) está muy infravalorada frente al euro y el banco central noruego se debate entre subir de nuevo los tipos para controlar la inflación o bajarlos para no ahogar más su economía. Ante este panorama preferimos apostar por la renta fija noruega, pero de más corto plazo como hace el fondo de Nordea. Invierte tanto en bonos corporativos como gubernamentales y ofrece a priori un rendimiento que ronda el 5%, rendimiento que se verá matizado por ese 0,5% de gastos anuales (incluido el 0,2% de custodia) y por la evolución de la corona frente al euro.
