El grupo sigue siendo sólido y está bien posicionado en los mercados de fondos de inversión. En nuestra opinión, las recientes adquisiciones le permitirán impulsar el crecimiento.
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Mejor de lo esperado
BlackRock ha superado las expectativas en el segundo trimestre, gracias a la subida experimentada por los mercados financieros. Las ventas aumentaron un 7,6% y el beneficio por acción un 10,3%. El margen operativo alcanzó el 44,1%, tras el 42,5% de un año antes y el 41,7% para el conjunto de 2023.
El grupo se beneficia de unos mayores ingresos por comisiones de gestión de los fondos que comercializa, así como de un estricto control de sus costes (que sólo aumentaron un 5,5%). BlackRock sigue captando nuevos capitales para gestionar (aunque los 51.400 millones de dólares captados en el segundo trimestre han resultado algo decepcionantes para los inversores, tras los 74.400 millones del primer trimestre).
BlackRock es una máquina bien engrasada pero ya no sorprende a los inversores, acostumbrados a las buenas noticias. Y sus recientes adquisiciones en activos no cotizados, pagadas a precios bastante elevados, no han bastado para impulsar la cotización. Por el momento, la compañía se beneficiará de la previsible bajada de los tipos de interés en Estados Unidos, que hará más atractivos los fondos de renta variable, más rentables para el grupo que los que invierten en productos de renta fija.
Cotización en el momento del análisis: 841,09 USD
