Con un plácido último año gracias a la elevada inflación, Sacyr se enfrenta a un futuro que podría no ser tan boyante. Acción correcta con momentum positivo.
MANTENGA.
Sacyr está envuelta en un proceso de desinversión de los activos que considera no estratégicos para reducir deuda y centrarse aún más en las concesiones, un negocio que ya en el primer trimestre de 2023 le aportó el 34% de sus ingresos. Así, el grupo ha acordado recientemente la venta de su filial de servicios, Valoriza Servicios Medioambientales, una operación con la que obtendrá una plusvalía de 270 millones de euros, más del doble del beneficio neto obtenido en el ejercicio 2022.
Por otro lado, el entorno de elevada inflación le ha sentado bien a Sacyr, ya que ha podido trasladar la subida de precios a sus tarifas concesionarias. Pero cuando esta situación se revierta y los precios se moderen como está previsto, el contexto de tipos elevados durante un buen tiempo podría resultarle perjudicial, dado su elevado endeudamiento (el 10% de su deuda está a un interés variable y sin cobertura). Por ello, hemos rebajado nuestra previsión de beneficio por acción a 0,26 euros para 2023 y a 0,28 euros para 2024. Con un momentum positivo, la tendencia de la cotización a corto plazo podría continuar siendo alcista, pero no vemos lejano el momento de recoger beneficios ya que la acción empieza a ponerse cara.
Cotización en el momento del análisis: 3,16 EUR
