Tras la reciente adquisición de Tiffany, LVMH está ahora más endeudado de lo habitual. Acción cara.
VENDA.
No se puede negar que LVMH es un grupo bien gestionado y de calidad. En este primer semestre, ha vuelto a dar muestras de su buena salud con un fuerte crecimiento orgánico de las ventas del 19% en el segundo trimestre, ligeramente inferior al crecimiento del primero (+23%). Europa, Japón y América del Norte han compensado las dificultades de China, debidas a las restricciones sanitarias (y donde el mercado del lujo de segunda mano parece desarrollarse). En el primer semestre, y aunque todas las divisiones contribuyeron al crecimiento, la actividad de moda y complementos, la principal actividad del grupo (49% de las ventas) y la más rentable, registró el mayor crecimiento (+24%).
Desde la fortaleza registrada hace un año, la rentabilidad operativa (actual) solo pudo crecer un 1,3%, hasta el 27,9%, penalizada por el aumento de los costes. Con todo, el beneficio por acción en la primera mitad del año repuntó un 23,5%.
Sin embargo, tras el repunte de la actividad posterior a la crisis del covid, el grupo está expuesto ahora a la amenaza de una crisis económica, especialmente si esta viene acompañada de un agravamiento de la caída actual de las bolsas que hace mella en la confianza de la clientela adinerada. Es cierto que LVMH intentaría reforzarse en ese caso a través de adquisiciones selectivas, pero se toparía con la restricción de una situación financiera menos favorable que en el pasado (su deuda neta sobre fondos propios llega al 52%, tras la reciente adquisición de Tiffany).
Cotización en el momento del análisis: 610,40 EUR
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LVMH es un grupo francés que gestiona unas 50 marcas en el sector del lujo (moda, complementos, perfumes, bebidas alcohólicas, relojes…).
