OBLIGACIÓN PERPETUA
Una obligación perpetua es una obligación que no tiene prevista ninguna fecha de vencimiento. El emisor no tiene por tanto obligación de reembolsar el capital en un momento determinado, sino solamente pagar los intereses anuales.
Para el inversor, la obligación perpetua puede ser un “chollo” si los tipos son elevados.
Sea como fuere, cuando el poseedor de estos títulos quiera recuperar su inversión, deberá vender la obligación en bolsa, al precio del momento, que dependerá de la diferencia entre el nivel de los tipos de interés de ese momento y los tipos de interés de su obligación.