Lección 6 : La inflación, enemiga de tu ahorro

La inflación, enemiga de tu ahorro
La inflación va reduciendo, poco a poco pero de forma constante, el valor de tu dinero. Ignorar este fenómeno puede salirte caro a largo plazo.
La inflación, enemiga de tu ahorro
La inflación va reduciendo, poco a poco pero de forma constante, el valor de tu dinero. Ignorar este fenómeno puede salirte caro a largo plazo.
Cuando dejas 10.000 euros en un depósito a plazo o en una cuenta con baja remuneración, piensas que tu capital sigue intacto, que dentro de 10 años seguirá siendo “el mismo”. Y en términos nominales es cierto: tendrás los mismos 10.000 €.
Pero en términos reales, la inflación juega en tu contra: va desgastando el poder adquisitivo de ese dinero.
La inflación es la subida generalizada de los precios de bienes y servicios. Con el tiempo, provoca que el dinero pierda valor real: 10.000 € hoy no compran lo mismo que dentro de una década.
Ejemplo:
Con una inflación media del 2 % anual, en 10 años esos 10.000 € equivaldrán a unos 8.200 € en poder de compra real. Aunque el saldo en tu cuenta sea idéntico, podrás comprar menos cosas con él.
A corto plazo, la inflación parece tener poco efecto. Pero acumulada durante años, incluso una inflación moderada erosiona seriamente la capacidad de compra de tus ahorros.
Por eso, limitarse a dejar el dinero en un depósito o cuenta mal remunerada no basta: tu dinero pierde fuerza año tras año.
Antes de pensar en invertir, asegúrate de tener una reserva de seguridad (equivalente a 3-6 meses de gastos básicos). Guárdala en un producto seguro y accesible (cuenta remunerada o depósito a corto plazo).
Esta red de seguridad te evitará tener que vender inversiones en mal momento si surge un imprevisto.
Una vez asegurado tu colchón, el dinero sobrante debe invertirse para crecer por encima de la inflación.
Lo fundamental es diversificar:
Fondos de inversión y ETF → permiten repartir entre acciones, bonos, inmuebles…
Planes de pensiones o seguros de ahorro → adecuados si piensas en el largo plazo.
Acciones y renta variable → más volátiles, pero con un potencial de rentabilidad mayor.
La clave está en equilibrar riesgo y rentabilidad según tu perfil.
La inflación reduce el valor real de tu dinero, aunque el saldo nominal no cambie.
Primero, crea un fondo de emergencia en un producto seguro y líquido.
Después, invierte el excedente en productos diversificados para batir la inflación.
Una estrategia de inversión bien pensada es la mejor defensa para proteger tu poder adquisitivo en el largo plazo.
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