SOLUCIÓN 1: Usar papel o paño abosrobente
¿Móvil al agua? Procede de esta forma:
- Apaga inmediatamente el teléfono para evitar problemas eléctricos.
- Seca las partes más sensibles al agua, como el puerto lightning o USB-C con papel absorbente o un paño. También puedes utilizar toallitas de papel, pero asegúrate de que no suelten pelusa.
- A continuación, comprueba que el puerto de la tarjeta SIM y el puerto de la tarjeta de memoria (si lo hay) no estén húmedos; de lo contrario, sécalos, así como la tarjeta SIM y la tarjeta de memoria. Es una buena forma de saber si ha entrado agua en el dispositivo.
- Si ha penetrado agua en el aparato o al desmontarlo ligeramente se ven marcas blancas u oxidadas en los conectores, lo mejor es llevarlo a un reparador profesional que disponga de herramientas y productos específicos para tu modelo.
SOLUCIÓN 2: Sumérgelo en arroz
No es una leyenda: ¡funciona! Puedes cubrir completamente tu smartphone con arroz seco y dejarlo así y no tocarlo durante 24 horas. Durante este periodo, no quites ningún grano de arroz, especialmente los pegados a los conectores, para darles tiempo a absorber la humedad. Ya los quitarás después.SOLUCIÓN 3 : Dejarlo secar al aire
Intenta desmontar los componentes que puedas, sacando la batería, las tarjetas... Después, coloca las piezas extendidas en un lugar bien aireado y espera un mínimo de 24 horas antes de volver a encenderlo. No es aconsejable usar un secador para acelerar el proceso porque podrías sobrecalentar el teléfono.
Si tras secarlo, ves marcas blancas o manchas de óxido en algún componente, lo mejor es que lo lleves a un servicio técnico.