SOLUCIÓN: REVISAR EL TERMOSTATO
¿Está bien ajustada la temperatura?
Lo mejor es regular el frigorífico entre 3 °C y 5 °C. Si la temperatura desciende por debajo de 3 °C, puede formarse escarcha en las paredes interiores. Si es necesario, coloca un termómetro en el interior para comprobar que la temperatura se corresponde con el ajuste del termostato.
Sustituir el termostato
En algunos modelos, puedes sustituir el termostato tú mismo. Toma fotografías durante el proceso para tener claro dónde va cada pieza y las conexiones cuando lo vuelvas a montar:
• Desenchufa el aparato. El termostato se encuentra en el interior del frigorífico.
• Afloja el botón de la carcasa del termostato con un destornillador. Generalmente, cuando retires el botón, aparecerá una tuerca. Aflójala, así como los demás tornillos.
• Así podrás quitar la carcasa. Dentro está el termostato propiamente dicho.
• Del termostato sale una sonda (un largo cable metálico) larga que se introduce en la pared del frigorífico. Tira de la sonda para sacarla de su alojamiento. Comprueba hasta dónde llegaba antes, para mantener la misma longitud cuando introduzcas la nueva en la carcasa. No te olvides de fotografiar su posición.
• Desconecta todos los cables de conexión.
• Coge el nuevo termostato, fíjalo en la carcasa y vuelve a conectar todos los cables. Empuja suavemente la sonda en su alojamiento, teniendo cuidado de no doblarla ni retorcerla y llegando hasta la marca.
• Vuelva a enroscar la carcasa del termostato en la pared del frigorífico.
Por supuesto, nada de esto se aplica a los termostatos digitales. Si este es el caso de tu frigorífico, deberá ser un profesional quien sustituya el termostato.
SOLUCIÓN: CAMBIAR GOMA DE LA PUERTA
La junta de goma alrededor de la puerta proporciona aislamiento para evitar la pérdida de frío. Esta junta mantiene el frigorífico a una temperatura baja constante. Si está dañada o desgastada, el frigorífico dejará de cerrar correctamente. Si esto sucede, el frío puede escaparse y el aparato ya no enfría lo suficiente como para conservar los alimentos de forma óptima.
Comprueba si la junta de goma tiene fisuras o deformaciones. En muchos modelos, la junta se puede cambiar por un precio módico. Puedes encontrar gomas de recambio en comercios especializados o en las webs de los fabricantes. Consulta el apartado Lo arreglo yo.
Para sustituir la junta, empieza siempre por una de las dos esquinas de la parte superior de la puerta:
• Para retirarla: separa la junta de una esquina y tira hacia ti. Debería desprenderse por toda la puerta.
• Para colocar la nueva junta, empieza por una de las esquinas superiores y presiónala bien hasta que se quede fijada en su sitio. A continuación, sigue presionando la junta y sujétala en la parte superior de la puerta. Cuando esté bien anclada en la parte superior, presiona los lados del mismo modo.
• Termina por la parte inferior.
Atención: si las juntas están termoselladas, no podrás sustituirlas fácilmente.
Cómo cuidar las gomas de tu frigorífico
Aunque sigan cerrando bien, es mejor cuidarlas como es debido. Límpialas con una esponja suave empapada en agua tibia y un poco de limpiador multiusos suave para eliminar los restos de comida y cualquier resto de moho. También puedes añadir una cucharada de sosa por cada 5 litros de agua. No utilices productos de limpieza abrasivos o agresivos.
SOLUCIÓN: LIMPIAR EL DESAGÜE DEL FRIGO
La formación de escarcha puede deberse a que el desagüe esté obstruido. Este orificio se encuentra en el interior, habitualmente en la parte inferior de la pared trasera. Si han caído restos y se ha taponado, el frigorífico no consigue evacuar correctamente la humedad, lo que puede provocar condensación o escarcha.