Termostatos digitales

Un buen termostato permite regular la temperatura del hogar, grado a grado, y casi, minuto a minuto; no sólo proporciona confort, también contribuye a ahorrar en la factura energética. Lamentablemente, la programación de muchos de ellos no es lo suficiente flexible, y a veces, tampoco demasiado exacta.
Con y sin cable
Los termostatos pueden funcionar conectados a la red eléctrica o con pilas. Los primeros precisan necesariamente de un instalador profesional.
Entre los termostatos con pilas, se distinguen a su vez dos tipos de modelos que se diferencian entre sí por el tipo de conexión a la caldera: los que lo hacen por medio de cables hasta el mismo quemador; y los que utilizan un receptor de radio que se instala directamente en la caldera. Los segundos permiten cambiar fácilmente la unidad de programación de una a otra habitación cuantas veces se desee y, además, son también más fáciles de instalar. ¿Inconvenientes? El precio. Los modelos móviles son, de media, 120 euros más caros que los fijos, que pueden llegar a costar más de 200 euros.
Los termostatos pueden funcionar conectados a la red eléctrica o con pilas. Los primeros precisan necesariamente de un instalador profesional.
Entre los termostatos con pilas, se distinguen a su vez dos tipos de modelos que se diferencian entre sí por el tipo de conexión a la caldera: los que lo hacen por medio de cables hasta el mismo quemador; y los que utilizan un receptor de radio que se instala directamente en la caldera. Los segundos permiten cambiar fácilmente la unidad de programación de una a otra habitación cuantas veces se desee y, además, son también más fáciles de instalar. ¿Inconvenientes? El precio. Los modelos móviles son, de media, 120 euros más caros que los fijos, que pueden llegar a costar más de 200 euros.
La mayor parte de los termostatos actuales pueden funcionar en uno o varios modos de ajuste distinto.
- El más básico de ellos es el modo on/off, que enciendo o apaga el quemador de la caldera cuando la temperatura baja o excede, respectivamente, la temperatura previamente fijada.
- El modo proporcional consigue una mayor estabilidad de la temperatura seleccionada. De hecho, se anticipa al momento en que hay que subir o bajar la temperatura con el fin de ajustarse mejor a la temperatura exigida.
- El modo optimizador, menos común, es el más sofisticado: cuenta con una memoria que le permite adaptar su funcionamiento a las condiciones ambientales experimentadas en días anteriores, adelantando o retrasando aún más su funcionamiento.
La flexibilidad de la programación de buena parte de los modelos actuales es bastante limitada. Una falta de flexibilidad que puede ser semanal (no se puede cambiar la programación todos los días), diaria (sólo se permite un máximo de cuatro cambios de temperatura al día) e incluso horaria (no permite precisar los minutos).
Al mismo tiempo, la exactitud de la temperatura previamente seleccionada por el usuario no siempre es la deseable. Mientras que algunos termostatos mantienen esta temperatura con un margen de error apenas perceptible, otros se desajustan hasta 3 ºC.
Es más, la memoria de los termostatos con pilas varía mucho de unos modelos a otros: mientras que en unos apenas dura 5 minutos sin ellas, en otros alcanza hasta 24 horas.
- Para que las mediciones de temperatura sean eficaces, el termostato debe estar colocado a una altura de 1,5 metros, sobre una pared interior y lejos de una fuente de frío (la puerta de la calle) o calor (el radiador); evidentemente, siempre es preferible que no esté expuesto a la luz directa del sol.
- Existen algunos extras muy interesantes, como el control manual, para desactivar temporalmente el programa; o la cuenta atrás y la ausencia por vacaciones, para que se reactive a la vuelta de unos días fuera de casa.
- Si le cuesta encontrar un termostato, diríjase directamente a una tienda especializada en saneamiento y climatización. Y es que se trata de un producto enfocado al mercado mayorista: el de las constructoras y los instaladores autorizados.