Cómo elegir una cámara de videovigilancia

El miedo a que te desvalijen la casa mientras estás fuera, a que se cuelen en tu segunda vivienda cuando se queda vacía o a que tus mayores se encuentren mal si viven solos, por ejemplo, son razones suficientes para plantearte instalar una cámara de videovigilancia. Te contamos las diferentes opciones que, sin gastar demasiado, tienes a tu disposición.
Los sistemas de videovigilancia son asequibles y permiten, entre otras cosas, ver desde el móvil lo que pasa en tiempo real en nuestro hogar ahorrándonos sustos y haciéndonos sentir seguros. Las imágenes también pueden almacenarse en la nube, en una tarjeta SD o en un disco duro para que puedas verlas más tarde.
Ahora bien, no todo se puede grabar, existen ciertas restricciones a la hora de grabar tanto la vía pública como a personas que no sean del entorno familiar que conviene que conozcas.
Hay diferentes tipos de cámaras de videovigilancia: cámaras de exterior, de interior y timbres. Veamos lo más interesante de cada sistema y los diferentes usos.
Cámaras de exterior
Se instalan en la fachada delantera o trasera (mejor en alto donde los vándalos no puedan romperlas) o en el tejado. Son resistentes a la intemperie y se alimentan con la red eléctrica (requieren de una toma de corriente) o con batería, que tendrá que recargar regularmente. A menudo, se venden como un kit de dos o tres cámaras.
¿Para qué la puedes usar?
- Cámara de videovigilancia: Es su principal uso. Puede grabar todo el tiempo o bien empezar solo cuando se detecta movimiento. En ese caso, le envía una notificación para que pueda comprobar en tiempo real si está ocurriendo en su casa algo que deba atender con urgencia.
- Elemento disuasorio ante posibles robos: Si un ladrón ve una cámara en la fachada de su casa pero no en la del vecino, irá a por la casa que tenga menos elementos de vigilancia. Además, muchos dispositivos están equipados con una sirena y un proyector, que probablemente ahuyenten a las personas con malas intenciones.
Cámaras de interior
Estas cámaras se colocan en el interior de la casa. Aunque, lógicamente, lo mejor es disuadir a los intrusos antes de que entren en casa, si un ladrón se cuela, estas cámaras te ayudarán a detectarlo. Son menos sofisticadas que las de exterior.
¿Para qué la puedes usar?
- Cámara de videovigilancia. Pueden grabar 24h/7 días o empezar a grabar solo cuando se detecta movimiento. Si la programas convenientemente, te llegará una notificación a tu smartphone para que con la app puedas ver lo que ocurre en tiempo real, revisar las imágenes grabadas o, incluso, dirigirte al intruso con la función de micrófono y altavoz.
- Monitor de bebé. Permite programar una alerta de sonido para oír cuando llora o si se mueve.
- “Supervisar” a personas mayores. Con la función de altavoz y micrófono podrías hablar con tus seres queridos si detecta que necesitan ayuda.
- Vigilar mascotas. Puedes ver qué están haciendo, si se les ha acabado la comida o calmarlos con su voz si fuera necesario.
- Supervisar trabajos dentro de casa. Una obra, un cuidador de niños o de personas mayores o un empleado de hogar. En estos casos, no olvides informarles previamente de manera conveniente (lee el epígrafe No todo se puede grabar).
Timbre conectado
Se coloca en la verja, cancela o puerta de la vivienda. Para instalarlo, o bien se conecta al timbre normal o bien funciona con baterías, que es más fácil, pero deberás recargarlo regularmente. Tiene la peculiaridad de que cuando una persona llama a tu puerta, salta una alerta a tu móvil, de tal forma que puedes ver y hablar con ella aunque no te encuentres en casa.
¿Para qué lo puedes usar?
- Ver quién toca a tu puerta antes de abrir.
- Cámara de vigilancia. Todos graban vídeo y permiten configurar algún tipo de alarma cuando se detecta movimiento enfrente de tu puerta.
- Recoger paquetes. Si no estás en casa cuando el mensajero llame al timbre, puedes pedirle desde tu móvil que deje el paquete en el jardín o se lo entregue a un vecino.
¿Quieres saber cuáles son las mejores?
Si te estás planteando instalar una cámara de videovigilacia, sigue leyendo y descubre cuáles son las mejores de cada tipo, su precio y sus puntos fuertes (y débiles) así como los trucos para instalarlas bien y sacarles el máximo partido.
Y llega el momento de elegir tu cámara de videovigilancia. En nuestro estudio hemos probado diferentes modelos y, aunque todas las cámaras son de buena calidad, hay diferencias entre unas y otras. Esta es nuestra selección de galardonados en cada una de las tres categorías para que acierte en su compra.
Las mejores videocámaras de exterior
UBIQUITI UVC-G4-Dome
Precio: Entre 250 y 287 euros.
A favor
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En contra
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XIAOMI Wireless Outdoor Security Camera 1080P
Precio: Entre 74 y 102 euros
A favor
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En contra
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Las mejores videocámaras de interior
NEST CAM 2ª Generación
Precio: Entre 75 y 101 euros
A favor
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En contra
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D-LINK DCS8300LHV2
Precio: Entre 64 y 100 euros
A favor
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En contra
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TP-Link Tapo C210
Precio: Entre 35 y 45 euros
A favor
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En contra
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Los mejores timbres conectados
UBIQUITI UniFi Protect G4 Doorbell
Precio: Entre 201 y 227 euros
A favor
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En contra
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NEST Doorbell
Precio: Entre 168 y 201 euros
A favor
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En contra
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¡Atento a los costes adicionales!
Ahora hablemos de dinero. Desde poco más de 30 euros puedes encontrar una cámara que realice las funciones de vigilancia, aunque este precio podría elevarse hasta 300 euros dependiendo del modelo que elijas. Y, además, en ocasiones tendrás que contar con otros gastos, que es bueno que tengas presenta también antes de decidirte. Veamos algunos ejemplos:
- Las cámaras de Ubiquiti necesitan de un dispositivo extra que se encarga de almacenar todos los vídeos, que cuesta 200 euros (Cloud Key Gen2). A cambio disponen de todas las funcionalidades sin tener que pagar ninguna suscripción.
- Hay modelos que almacenan las grabaciones en la tarjeta SD de la propia cámara, pero no la traen incluida, así que tendrá que sumar el precio de una, de al menos 256 GB, unos 50 euros.
- También hemos visto que algunos dispositivos mejoran mucho su uso si contrata una suscripción. Esta te da acceso a una serie de funciones extra (detección de personas, acceso a las grabaciones en la nube, etc.) y cuesta a partir de unos tres euros al mes en función de la marca.
Entonces, ¿qué diferencia hay con las empresas de seguridad que instalan alarmas en casa? La respuesta, la central receptora de alarmas. Estas empresas, aunque pueden instalar dispositivos como los analizados en este artículo, también se encargan de configurar la detección del movimiento, sonido, etc., de recibir las alertas, verificar si son reales o no y, en caso de ser necesario, avisar a la policía o enviar a un vigilante.
El coste de estos servicios depende de muchos factores: del número de cámaras que sean necesarias para vigilar todos los accesos de la vivienda, de la siniestralidad de la zona y de si prefiere comprar los dispositivos o pagar solo por el servicio, etc.
Sí ya tienes claro qué tipo de cámaras vas a colocar en tu vivienda o ya te la has comprado, ahora te contamos cómo instalarla: lo bueno es que es relativamente fácil, sobre todo si son inalámbricas y no requieren de conexión de cables de alimentación o Ethernet.
Cómo conectar tu cámara paso a paso
- Coloca la cámara en el lugar deseado y conéctala. Puedes hacerlo enchufándola a una toma de corriente con el adaptador suministrado o bien con la batería
- Descarga la app del fabricante en tu móvil. Crea una cuenta de usuario y, después, vincula la cámara con tu móvil. La forma de llevarlo a cabo dependerá de cada fabricante. A veces vale con escanear un código QR, otras se rastrea el dispositivo vía wifi o podrías tener que introducir unos códigos impresos en el dispositivo.
- Introduce la contraseña del wifi de tu casa. Es necesaria para poder conectar la cámara o el timbre a la red.
- La cámara ya está lista para usarse. Puedes hacer una foto, hablar con los que están en casa... y, si la cámara es motorizada, incluso moverla para ver en todas las direcciones.
Por seguridad, se precavido
Una de las desventajas de estos dispositivos es que cada vez vemos más cámaras sin Ethernet (a pesar de que esta conexión por cable es más estable y más segura), imponiéndose así la configuración por wifi, más sencilla pero más vulnerable. En nuestras pruebas, hemos visto que un ataque al protocolo wifi es fácil de llevar a cabo interrumpiendo temporalmente la red e inhabilitando el funcionamiento de todas las cámaras, excepto las Ubiquiti que siguen grabando.
En general, la seguridad de los dispositivos digitales es muy importante, pero más aún en estos, que graban y almacenan escenas privadas. En estudios anteriores realizados por otras organizaciones del grupo Euroconsumers se observaron vulnerabilidades en este aspecto. Este año los resultados han sido mejores, pero hay que ser precavidos: es importante que elijas una contraseña suficientemente robusta, tanto para la red de casa como para la cuenta de la app del móvil.
Además de los usos que ya hemos explicado, estas cámaras tienen muchos otros ajustes y funcionalidades muy interesantes que te pueden ser útiles.
1. Crear alertas de movimiento
Este ajuste es útil para recibir una notificación cuando algo se mueva dentro de la imagen, etc. Para ello tendrás que definir la sensibilidad, si quieres que salte a la mínima, o si, por el contrario, quieres que solo te avise cuando el movimiento sea evidente.
Si la sensibilidad es demasiado alta podría ocurrir que salte el aviso con los cambios del sol (y las sombras que produce) o con el vuelo de alguna mariposa.
2. Programar el horario del sensor de movimiento
Puedes seleccionar cuándo quieres que esté activo. Podría ser útil, por ejemplo, tenerlo solo activado cuando se está fuera de casa (en horario de trabajo) o por las noches, si se trata de una alarma de exteriores
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3. Especificar el área de detección
Te permite indicar la zona de la imagen en la que debe detectarse el movimiento (por ejemplo, en frente de la puerta de casa) y así evitar otros movimientos que puedan provenir de otras zonas susceptibles de generar falsas alarmas, como, por ejemplo, las ventanas con los pájaros o los cambios de la luz.
4. Activar la máscara de privacidad
Con este ajuste puedes ocultar ciertas zonas que no deseas que sean grabadas, como puede ser el caso del jardín de un vecino o de la vía pública.