Informe

Psicología: problemas laborales

01 septiembre 2017
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La cultura laboral y las relaciones que se desprenden de ella se encuentran en constante cambio, intensificando la percepción que se tiene sobre los problemas que pueden generar. No son inconvenientes que hayan aparecido por primera vez en la sociedad, aunque la tendencia va en aumento. 

Tipos de problemas laborales

Desde un punto de vista psicosocial, existen diferentes tipos de problemas asociados con la salud laboral. Algunos se han visto intensificados por los cambios económicos, políticos y sociales acontecidos en los últimos tiempos.

Estrés laboral

Una respuesta de estrés surge cuando una persona se siente incapaz de responder antes las demandas o las tareas que le impone su entorno. En el ámbito laboral, la persona siente que los recursos técnicos, materiales, físicos o el tiempo del que dispone no son suficientes para hacer frente a su trabajo.  

Sentir estrés en algún momento es normal e, incluso, favorable, ya que las situaciones estresantes pueden favorecer el aprendizaje y el crecimiento personal. Aun así, conviene prestarle especial atención si estas situaciones se intensifican y llegan a interferir en el día a día de la persona, independientemente del entorno en el que se produzcan.

En el ámbito laboral, el estrés está cada vez más generalizado. Las razones pueden ser muy variadas, abarcando desde dificultades del trabajador para gestionar el tiempo, las responsabilidades o los cambios hasta los recortes de plantilla o las condiciones laborales. La precarización del empleo puede ser un factor de riesgo sobre el estrés laboral.

Acoso laboral o mobbing

El acoso laboral se produce cuando un trabajador está recibiendo un trato vejatorio, hostil o, incluso, agresivo en su trabajo por parte de sus compañeros, subalternos o superiores. Es un problema grave que afecta tanto a las víctimas directas como a toda su red sociolaboral (familia, pareja, compañeros de trabajo, etc.).

Este tipo de comportamientos no siempre están motivados por temas relacionados con el trabajo (por ejemplo: forzar un cese voluntario), sino que también pueden responder a aspectos de la esfera privada de la persona.

Una víctima de acoso laboral puede desarrollar estrés y ansiedad, así como síntomas depresivos o, incluso, traumáticos. En general, la persona se ve afectada, su autoestima y seguridad se tambalean y, también, físicamente, pudiendo verse perjudicadas la calidad del sueño y la alimentación.

Según la intensidad de la experiencia, algunas personas que han sufrido mobbing encuentran dificultades para volver a integrarse con normalidad en un puesto de trabajo.  

El síndrome de estar quemado o burnout

El burnout hace referencia al trabajador que está agotado mental y emocionalmente con su propio trabajo.

Este síndrome puede verse propiciado fundamentalmente por 2 factores:

  • Externos al trabajador: las condiciones en las que desempeña su trabajo son precarias o incontrolables, la población de referencia con la que trabaja…
  • Internos o propios del trabajador: la capacidad para no sobreimplicarse emocionalmente con la tarea que desarrolla, establecer metas y expectativas razonables, gestionar sus emociones, manejar la incertidumbre y el descontrol en el entorno laboral…  

Los síntomas más frecuentes del burnout pueden abarcar desde la frustración por las expectativas no cumplidas hasta la irritabilidad, la impotencia o un estado emocional bajo, así como distinta sintomatología física como, por ejemplo, problemas de sueño y apetito (por exceso o por defecto). Finalmente, la persona comienza a distanciarse emocional y mentalmente de su implicación en el trabajo.