Diferencias entre ansiedad y estrés

Dos males de nuestro tiempo
Tanto el estrés como la ansiedad se han convertido en grandes males de nuestro tiempo. A veces van de la mano y suelen desencadenar reacciones parecidas, pero no son lo mismo. Aprende a diferenciarlos.
Estrés y ansiedad no son lo mismo
Nerviosismo, tensión, agobio, desasosiego, miedo… Son reacciones que están a la orden del día y que pueden desencadenar tanto el estrés como la ansiedad. Por eso, a menudo se confunde qué se está sintiendo en cada momento, y muchas personas no saben si sienten estrés o se encuentran en una situación que les genera ansiedad. En cualquier caso, las dos son reacciones normales, que aquejan a muchas personas en distintas situaciones y son de esperar en determinadas circunstancias: ante un despido, un divorcio o al afrontar un examen importante, por ejemplo.
Es importante saber distinguirlas porque para poder manejar correctamente el estrés o la ansiedad se necesitan estrategias y habilidades distintas, y para ello, hay que saber de qué se trata. Además, en caso de que sea necesario un tratamiento, también será distinto, ya sea con fármacos (pastillas) o con psicoterapia (el psicólogo) o combinando ambas opciones.
¿Cómo puedo saber si tengo ansiedad o depresión?
Tal vez te hagas esta pregunta, quieras conocer los síntomas o cómo abordar el problema. En OCU te orientamos con nuestras informaciones, consúltalas:
Descubre cómo manejar la ansiedad
5 Diferencias entre el estrés y la ansiedad
1. La interpretación de la situación
Tanto el estrés como la ansiedad responden a cómo interpretamos una situación o circunstancia concreta. La ansiedad siempre va ligada a una percepción de amenaza, mientras que el estrés tiene que ver con la capacidad que creemos tener para responder ante una demanda.
En ocasiones van unidas, pero no siempre van de la mano. La ansiedad suele ir acompañada de estrés porque obliga a responder a algo en nuestro entorno que además consideramos amenazante. Ahora bien, una situación estresante no siempre la vamos a entender así, por lo que podemos sentir estrés sin sentir ansiedad.
2. El momento en el que brotan
El estrés surge ante situaciones demandantes, exigentes, en el presente, y cuando esas circunstancias desaparecen o disminuyen, el estrés también lo hace. La ansiedad, sin embargo, no siempre se desencadena por algo presente, ni real ni proporcionado.
3. La experiencia de estrés a veces es positiva
Al contrario de lo que se suele pensar, el estrés puede provocar sensaciones positivas cuando creemos que podemos responder a las demandas de la situación, o cuando percibimos que sus consecuencias pueden ser favorables para nosotros. Por el contrario, la ansiedad siempre genera malestar.
4. El miedo acompaña a la ansiedad, no siempre al estrés
El miedo suele ser una emoción habitual que acompaña a la ansiedad, porque está vinculada a una sensación de amenaza, mientras que cuando sentimos estrés, no siempre sentimos miedo, o lo hace acompañado de otras sensaciones de pérdida o daño, por ejemplo.
5. Los síntomas son distintos
Aunque se muevan en el mismo espectro, los síntomas del estrés y la ansiedad son diferentes:
- el estrés se relaciona más con cansancio y agotamiento,
- mientras que la ansiedad provoca nerviosismo, inquietud, etc.
No olvides tu salud mental
Cuando reparamos en estos problemas, a veces es tarde. En OCU encontrarás informaciones para ayudarte a cuidar de tu salud y bienestar mental: toma nota y recuerda que cuidar tu salud es un buen plan.