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Informe
¡Necesito dinero!
13 enero 2022

Si necesitas disponer de un dinero que no tienes, no te queda más remedio que pedir un préstamo personal, tirar de tarjeta de crédito, empeñar un bien... Lo importante es que optes por la forma más barata y menos problemática de obtener dinero. De lo contrario, tu necesidad puede agravarse. ¡Piensa que tienes opciones que van desde el 0% TAE hasta el 3.000% y más allá!
Si no tienes suficiente dinero como para atender un imprevisto o acometer algún pago necesario (multa, indemnización, avería, reforma, gasto académico, compra especial...), tendrás que pedirlo.
Dependiendo de cuál sea la cantidad que necesites, se abren muchas posibilidades que vamos a repasar aquí. El objetivo es doble:
- Pagar lo menos posible por el dinero o, mejor aún, no pagar nada, ya que hay opciones gratuitas o con TAE bastante moderadas, inferiores al 6%.
- Lograr unas buenas condiciones que te permitan estar tranquilo, ya que hay opciones que llevan aparejados algunos inconvenientes, como un mayor riesgo de sobreendeudamiento.
Recuerda que estamos hablando de cantidades no muy grandes, por ejemplo, de varios cientos a unos pocos miles de euros (3.000, 5.000...). Si necesitas una cantidad más sustanciosa, podrías estudiar otras posibilidades, como ampliar la hipoteca que quizá tengas.
1. Pide un anticipo a la empresa
Si tienes trabajo y una nómina, debes saber que las empresas tienen la obligación legal de entregar al empleado que se lo pida la parte del salario correspondiente a los días que lleva trabajados del mes en curso (a fin de mes recibirás el resto) y la parte proporcional de la paga extraordinaria: si necesitas dinero, acude al departamento de personal de tu empresa y solicita un anticipo de la nómina o de la extra.
Algunas empresas conceden anticipos mayores, sin coste alguno para el empleado. Y otras llegan a facilitar incluso préstamos más ventajosos que los de los bancos: infórmate, y si esta opción es posible, quizás sea la más interesante.
2. Pide un préstamo a amigos o familiares
Siempre que sea posible, obtener un préstamo de un allegado es una buena opción, más aún si te lo da sin intereses. Si fijáis intereses, puede ser beneficioso para las dos partes: para ti porque obtendrás el dinero que te hace falta y para tu prestamista, porque ganará algún dinero extra.
Eso sí, incluso aunque la operación sea sin intereses, conviene registrarla formalmente mediante un contrato privado y declararla en el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, aunque no haya que pagar nada por él. Así evitaréis problemas con Hacienda, que puede sospechar algo raro si detecta esos pagos y no sabe a qué se deben.
3. Solicita un préstamo al banco
Comprueba qué posibilidades te ofrece tu banco. Es posible que ofrezca préstamos "preconcedidos" o "anticipos de nómina", con pocas formalidades. Si lo que te ofrecen no es interesante, explora en otros bancos, porque no todos exigen tener la nómina domiciliada. Para un préstamo de 3.000 euros a devolver en 24 meses, existen actualmente ofertas con una TAE de poco más del 4% sin necesidad de domiciliar la nómina.
En nuestro comparador puedes encontrar las mejores ofertas del momento, para la cantidad precisa que necesitas, el plazo en el que querrías proceder a la devolución y la finalidad del préstamo. Además, puedes ver otros detalles importantes, como si se cobran o no comisiones por cancelación anticipada (esta comisión está limitada, pero siempre es mejor ahorrársela del todo).
EL MEJOR PRÉSTAMO PERSONAL PARA TU PERFIL
De todos modos, recuerda que siempre puedes tratar de negociar con el banco un préstamo personal y personalizado. Pero estate atento a todos los detalles, porque la TAE no solo sube a golpe de intereses, sino también de comisiones, como la de apertura. Lo que importa es la TAE, no el interés nominal, como te explicamos aquí.
4. Tira de la tarjeta adecuada
Tirar de tarjeta de crédito puede ser buena o mala idea según la tarjeta que uses y la fórmula de pago que elijas. En nuestro comparador de tarjetas puedes encontrar una enorme variedad; las hay que están vinculadas a la cuenta corriente y las hay que no. Para cantidades pequeñas a devolver en plazos cortos, por ejemplo 1.000 euros que se devuelvan en tres plazos, algunas resultan gratuitas. La diferencia entre optar por ellas y caer en la trampa de un microcrédito rápido, cuya TAE puede superar el 3.000% es abismal, así que usa nuestro comparador para descubrir la oferta más conveniente para tu caso.
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5. Empeña un bien
Para disponer de sumas pequeñas, otra opción es llevar un objeto de valor (como una joya de oro) a un Monte de Piedad. Lo tasarán y entregarán un préstamo de como mucho las tres cuartas partes de su valor, sujeto a unos intereses que no son desmesurados si se comparan con los de las opciones arriesgadas del tipo de los microcréditos. Para un préstamo de 1.000 euros a devolver en doce meses, nosotros hemos encontrado TAE entre el 8% y el 13,25%.
6. Elige dónde compras
Si necesitas dinero para hacer una compra (por ejemplo, tienes que reponer una lavadora o un ordenador rotos), es muy importante que elijas un comercio que cumpla dos criterios: darte facilidades de pago y ofrecer un buen precio. Para entendernos, no sirve de mucho que te dejen pagar en tres meses sin intereses, si te exigen un precio que dobla la media del mercado.
Para identificar las tiendas con los precios más baratos, sírvete de nuestros comparadores; verás que a menudo, los saltos de precio entre unos y otros comercios son muy grandes.
Evaluar si las facilidades de pago que te dan son interesantes no es fácil porque cuando un comercio permite aplazar o financiar una compra, es muy corriente que no te aclare cuál es es la TAE que te permitiría comparar su oferta con la financiación ofrecida por otros. Piensa que no se trata solo de fijarse en el tipo de interés, sino también en las comisiones y los gastos de la operación. Para saber si te están ofreciendo unas buenas condiciones o es mejor pagar al contado usando un préstamo más barato, sírvete de nuestra calculadora de la TAE.
7. Aplica trucos fiscales
Según el momento del año, es posible que puedas poner en práctica algún truco fiscal. Si esta abierta la campaña de renta y tienes derecho a una devolución, presenta la declaración cuanto antes. Y si tienes derecho a algunas de las deducciones familiares que se pueden cobrar por anticipado (por ejemplo, la de maternidad, la de familia numerosa o la de progenitor solo con dos descendientes), pide cobrarlas mes a mes y aumentarás tu disponibilidad de dinero, lo que te ayudará si tienes que pagar plazos o cuotas de un préstamo. Amplía información en nuestra Guía Fiscal anual.
8. NO pidas dinero rápido online
Actualmente abundan las entidades que operan online y conceden créditos de importes cada vez más altos; empezamos hablando de microcréditos (100, 200, 300 euros...), pero cada vez son menos micro. Los dan sin exigir apenas ningún requisito y tienen TAE desmesuradas, que en algunos casos se acercan al 4.000%. Piensa que a partir del veintimucho por ciento los tribunales ya consideran la posibilidad de que haya usura.
Las empresas de microcréditos y dinero rápido dan muchas facilidades pero no tienen ninguna piedad si tú te retrasas en algún pago y no les tiembla la mano si te tienen que inscribir en el registro de morosos. Así pues, evita los microcréditos y si ya has pedido uno, conoce tus posibilidades de librarte de él por basándote en que es usurario.
9. NO uses mal la tarjeta de crédito
Las tarjetas de crédito, como ya hemos dicho antes, pueden ser una buena solución para necesidades puntuales de dinero, pero son un arma de doble filo. Con ellas, aparte de posponer tus pagos de un mes al comienzo del mes siguiente, puedes hacer pagos aplazados y puedes sacar dinero de los cajeros o hacerte transferencias a tu cuenta bancaria.
Algunas tarjetas permiten pagar compras en un número limitado de plazos sin intereses, lo cual es muy útil. Pero casi siempre el pago aplazado supone pagar intereses muy elevados, con TAE superiores al 20%. Entérate bien de la TAE que te aplican y si es muy alta, abstente.
No uses las fórmulas que consisten en devolver el crédito gastado con la tarjeta pagando todos los meses un porcentaje de la deuda o una pequeña cantidad fija, porque nunca acabarás de pagar. Es más, tu deuda puede crecer, porque si pagas tan poco que no cubres ni siquiera los intereses, la parte no satisfecha se irá acumulando al capital pendiente. Si esa es tu situación, recuerda que podemos ayudarte y que estamos en lucha contra los peligros de la tarjeta revolving, dentro de nuestra campaña:
#StopUsura: contra la trampa de las tarjetas revolving
10. NO comprometas tu coche
Hay empresas que te darán dinero a cambio de lo que a ti te parece que es empeñar el coche mientras sigues usándolo. Cuidado, en realidad estás firmando una compraventa con opción a recompra, por un importe inferior a lo que vale el coche, y asumiendo todos los gastos: tienes que pagar un "alquiler" y si te retrasas, pierdes el coche.